El pasado 4 de julio, San Luis Potosí dio un importante paso en la garantía de la justicia social a los grupos más desfavorecidos de la población, con el inicio de los trabajos para la reconversión de la Casa de Gobierno a una estancia de resguardo y cuidados a niños, niñas y adultos mayores sin hogar, cuyo funcionamiento y sostén presupuestal dependerá del Sistema Estatal para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF).
Ruth González Silva, presidenta honoraria del organismo asistencial, afirmó que una vez concluidas las adecuaciones, el DIF Estatal se hará cargo de la operatividad y funcionamiento del nuevo albergue, el cual brindará en promedio atención integral y de calidad a más de 60 niños y niñas y a 85 adultos mayores de las cuatro regiones del Estado.
Resaltó que tras dejar atrás un monumento de la herencia maldita, que sólo representó el beneficio personal de exgobernadores, ahora se les entrega a las y los potosinos una acción más a la protección de los más necesitados: “trabajaremos exhaustivamente y hombro a hombro con el nuevo Gobierno del Estado para que las personas que lleguen al lugar sean atendidas con un enfoque de respeto a sus derechos humanos”.
Abundó que el próximo centro de cuidados se garantizará como un espacio seguro de acogimiento que contará con servicios integrales y multidisciplinarios, cuyas instalaciones serán completamente inclusivas, lo que permitirá recibir a menores y personas adultas mayores en condición de discapacidad, promoviendo la igualdad de oportunidades y el impulso de condiciones de vida dignas.
González Silva describió que esta acción marca historia en las políticas sociales de este Gobierno del Cambio, puesto que como que nunca, se planteó el uso de un inmueble oficial para resguardar a infantes que no cuentan con la protección familiar y personas de la tercera edad que por sus condiciones físicas se hallan vulnerables.