Dicen los clásicos que en política la forma es fondo. Y si fuera cierta esta sentencia, las formas mostradas por el gobierno del estado en relación a los cambios del gabinete, estarían dejando ver varios aspectos preocupantes de la vida interna de su gestión.
El nombramiento de Patricia Véliz en el gabinete de la nueva administración estatal sorprendió a más de uno el año pasado, sin embargo, tenía ya algunas incursiones en el servicio público que hicieron pensar que sería una buena carta por su expertiz en materia turística.
Pero al ser prácticamente despedida a periodicazos, justo cuando encabeza eventos y asiste a otros con la investidura de secretaria de turismo parece ser el colmo de varias cosas, cuando menos, el colmo de una comunicación poco efectiva con quien oficialmente sigue siendo su jefe.
Ojalá los despidos obedezcan a evaluaciones y no su condición de mujeres, lo cierto es que en las últimas semanas 3 mujeres salieron (o estarían saliendo) del gabinete.
Otros pendientes
Al llegar al primer año de gobierno, tanto los presidentes municipales como el gobierno del estado seguro harán un corte de caja para revisar los pendientes.
Quizá pronto sigan las noticias de los avances en las investigaciones de sus antecesores y que tan buen pretexto o razón ha sido para culpar de rezagos heredados.
Sin embargo, al llegar al primer año de gobierno cuando el bono de las simpatías electorales comienza a diluirse, es momento de iniciar la cuenta regresiva para los alcaldes para dejar de culpar al pasado. Y para todos, será buen momento para comenzar a pensar en las buenas cuentas que le deben a sus lectores, es decir, ya no habrá pretextos ni la curva de aprendizaje para dar resultados de sus compromisos de campaña, pero no obras simuladas ni maquilladas con pintura y algunos foquitos, sino en serio ocuparse de los muchos rezagos y carencias sociales que ubican a San Luis Potosí en el top 8 de los estados más pobres en desarrollo social.
Por Lidia Juache