La decisión mayoritaria de los diputados locales de solicitar más del 50 por ciento de aumento en su presupuesto para ejercer el próximo año, podría parecer cínica, insensible, desproporcionada e incluso fuera de toda realidad.. o quizá sólo extraviaron la cordura.
Pareciera que los legisladores creen que están legislando en algún país de primer mundo. Quizá les hace falta un baño de pueblo o al menos una visita a sus distritos de origen porque tal vez ya olvidaron lo que es caminar sus calles, con baches, sin agua, sin alumbrado, sus casas con pisos de tierra, acercarse a sus electores que seguramente, muchos de ellos tienen que hacer interminables filas o eternas esperas para conseguir atención médica básica y ya ni hablar de la escasez de medicamentos o acceso a atención médica especializada.
Parece que de pronto se borraron las carencias y necesidades sociales que señalan que en San Luis Potosí casi la mitad de sus habitantes -más del 40 por ciento de su población- es pobre
Quizá la cordura, empatía social y prudencia financiera se fue de viaje y el egocentrismo se habría apoderado de los diputados a grado tal, que dos inmuebles ya no alcanzan para los 27 diputados.
Se argumenta que ya no caben en los espacios disponibles, no sería mala idea sacar un cálculo de cuántos metros cuadrados les toca a cada uno de los 27 diputados si se reparten los espacios disponibles en la finca de la Plaza de Armas y el edificio de Vallejo 200.
No se niega la necesidad institucional de trabajar en espacios adecuados, se reconoce que se debe contar con lugares dignos para sesiones de trabajo, áreas administrativas, estacionamiento, etc.. pero de verdad en estos tiempos de inflación y crisis postpandemia … ¿son prioritarias esas necesidades de espacios, a todo lujo en un estado con tantas carencias?
Cabo suelto… Vertiginosa carrera en el servicio público potosino
A quien valdría la pena seguir de cerca, por la vertiginosa escalada en la gestión pública, es al recién nombrado titular de la Junta Estatal de Caminos, Francisco Reyes Novelo. Pasó en menos de un año, de empresario restaurantero en Quintana Roo a director de un museo, a cuasi secretario de turismo y ahora titular de la Junta Estatal de Caminos.
Por: Lidia Juache