Si hace unos pocos años nos dicen que nos veríamos confinados en casa por una pandemia, o que Rusia habría invadido un país vecino, no nos lo creeríamos; como tampoco que nos prohibirían comprar un tipo de televisor.
La realidad se mueve sobre un filo muy fino, más propio de un capítulo de Black Mirror, y es que algunas noticias son difíciles de aceptar con la perspectiva del tiempo. Y es lo que sucede con lo te traemos hoy: la Unión Europea prohibirá la venta de televisores 8K, si nada cambia, a partir de marzo de 2023.
¿Por qué podrás comprar un panel 4K, pero no uno 8K en los países de la Unión?
La respuesta la encontramos en el consumo: esta tecnología consume mucha más electricidad y, dada la crisis energética actual, está en el punto de mira de las instituciones del viejo continente.
Una decisión inesperada y con una (posible) solución de parcheo
Localizado el enemigo y en la cruzada por eliminar los dispositivos que consumen demasiada energía, la burocracia europea ha pisado a fondo el acelerador y ha pillado desprevenidos a los fabricantes.
Esta nueva directiva exige a los fabricantes que quieran vender sus televisores en la UE, a reducir sus consumos energéticos, de tal manera que los televisores 8K, y varios modelos de paneles 4K, no podrán comprarse en este mercado a partir de marzo del 2023.
Al parecer, la normativa se ha publicado tan rápido que no ha dado tiempo a los afectados a adaptarse a ella, y por este motivo, sería posible que fuera revisada. Y se está barajando una posible solución que se acerca más a un truco que una adaptación a la norma.
Según hemos podido leer en Digital Trends, los fabricantes estarían buscando una puerta lateral a la norma: se trataría de crear “modo imagen UE” mediante el cual, los televisores llegarían preconfigurados de fábrica con un consumo reducido, quedando en las manos del usuario cambiar la configuración al modo 8K.
Esto es, los compradores de un 8K recibirían en sus casas unos paneles con muy baja luminosidad y deberían acceder al menú para activar el “modo guerra” que dispara el consumo. Esta posible solución no sería buena para los fabricantes, que podrían recibir un aluvión de devoluciones ante la sospecha de que el dispositivo estuviera averiado.
Para evitar este temido escenario, los vendedores se esforzarían por comunicar esta modificación, pero como te apuntamos, pese a ello, tiene los visos de hundir las ventas de estos televisores.
Sin embargo, las autoridades europeas no parecen muy dispuestas a negociar posibles alternativas, así que si tienes intención de adquirir esta tecnología, puedes ir adelantando tu decisión por los 8K serán elementos de culto o reventa en eBay o similares en un futuro muy cercano.
Con información de: Yahoo Finance