La tarde de este martes 22 de noviembre, tras una audiencia de más de 5 horas, la Corte Superior de Justicia de Huaura determinó que Juan Pablo Villafuerte pase nueve meses de prisión preventiva por el presunto feminicidio de Blanca Arellano. Se aceptó el pedido de la Fiscalía para que el sujeto afronte las indagatorias en una prisión de Huacho.
La Policía capturó a Villafuerte en una vivienda ubicada en San Juan de Lurigancho el pasado jueves. La orden de detención se dispuso luego que en la allanada habitación que alquilaba en Huacho se encontrara rastros de sangre y cabellos, ropa de mujer, una maleta y una bandera mexicana que pertenecerían a Blanca Arellano.
Durante la audiencia, Juan Pablo insistió en su inocencia, sin embargo, no pudo dar una respuesta convincente cuando el juez le preguntó sobre los rastros de sangre en la casa que compartía con la mexicana. El acusado insistió no haber tenido una relación sentimental con la víctima.
El sujeto permanecerá recluído mientras duren las investigaciones que conlleven a identificar al o las responsables y los motivos que originaron el crimen. De acuerdo al Ministerio Público, el cómplice de Villafuerte para desaparecer el cuerpo de Blanca Arellano ha sido identificado como Edson Amir Flores Obregón, el mismo que acompañó al estudiante de biología a comprar ocho bolsas de basura, dos cajetillas de cigarros y galletas en una bodega el lunes 7 de noviembre, un día después de reportarse la desaparición de la mexicana.
Qué sucedió con Blanca
Las sospechas de la familia de Blanca Arellano Gutiérrez contra su novio peruano Juan Pablo Villafuerte como el responsable de su desaparición, fueron confirmadas por las autoridades de Perú una vez que se llevó a cabo la necropsia en los restos mutilados del cuerpo de una mujer que fueron hallados por unos pescadores en la playa de Huacho, cerca del hogar del estudiante de medicina de quien la mexicana conoció y se enamoró por las redes sociales.
Desde el pasado 7 de noviembre, amigos y parientes de Blanca de 55 años de edad comenzaron a preocuparse por ya no tener comunicación con ella, ya que siempre respondía los mensajes y se reportaba desde Perú, país donde viajó para conocer a su joven novio quien la recibió en su casa; sin embargo a partir de esa fecha tras haber estado alrededor de tres meses en la nación sudamericana, ya no se supo más de su paradero.
El caso de la desaparición de Blanca tomó su primer giro dramático luego de que el estudiante de medicina aseguró a la familia que solo ayudó a la mexicana debido a que estaba en condición de indigencia, por lo que le ofreció dinero para ayudarla, situación que contrastó con la versión de los parientes que indicaron que Blanca tenía solvencia económica hasta por lo menos el mes de enero de 2023.
Pero fue el 10 de noviembre cuando el caso de desaparición de Blanca tendría una línea más de investigación ya que un grupo de pescadores que estaban en la playa de Huacho, encontraron los restos del cuerpo mutilado de una mujer. Los hombres informaron que incluso ya no tenía órganos. Sin embargo, el hallazgo de un anillo de plata que aún tenía una de las manos, alertó a los familiares de Blanca, ya que dijeron que su familiar siempre llevaba puesto un accesorio parecido.
A Juan Pablo Villafuerte al ser señalado como principal sospechoso de la desaparición de Blanca Arellano, la policía le dictó una orden de cateo dentro de su hogar ya que había sido la última persona o al menos con la que mayor tiempo había convivido la mexicana. Dentro del hogar, los agentes encontraron cabellos de una mujer, así como parte del equipaje de Blanca entre ropa y sus maletas, además de una bandera de México y manchas de sangre en la recámara del estudiante.
De acuerdo con el informe forense, el cuerpo de la mexicana tenía cortes realizados de manera profesional para un proceso de necropsia. Parte del esternón estaba separado además de la piel que cubría el tórax. Aunado a ello, el cadáver carecía de órganos y vísceras así como presentaba fracturas en las costillas de su lado izquierdo, según el reporte médico forense que el medio local Cuarto Poder tuvo acceso.
Asimismo, las huellas digitales de sus manos fueron “borradas”, además de que su rostro le fue retirado con la intención de que no pudieran reconocerla, cuyos cortes fueron descritos como perfectos.
Con información de El Heraldo de México