Fiscales japoneses acusaron formalmente al depuesto presidente de Nissan, Carlos Ghosn, por reportar ingresos menores a los reales y también presentaron oficialmente cargos contra el fabricante de autos, al que responsabilizan de un escándalo financiero que ha impactado a la industria.
Ghosn fue arrestado el 19 de noviembre bajo la sospecha de conspirar para infravalorar su salario en aproximadamente la mitad de los 10 mil millones de yenes que le correspondían (88 millones de dólares) durante un ciclo de cinco años que se inició en 2010.
Ha estado recluido desde entonces en una cárcel de Tokio para ser interrogado, pero hasta ahora no había sido acusado oficialmente. Nissan, que despidió a Ghosn como presidente días después de su arresto, ha dicho que las irregularidades fueron planeadas por el ejecutivo con la ayuda del ex director representante Greg Kelly, quien también fue acusado formalmente por primera vez hoy.
Ghosn y Kelly no han hecho ninguna declaración a través de sus abogados, pero los medios japoneses informaron que han negado las acusaciones. La oficina del abogado de Ghosn, Motonari Otsuru, no respondió los llamados de Reuters.
Después de que se anunció su acusación, Nissan dijo estar tomándose en serio la situación. “Hacer declaraciones falsas en informes anuales al regulador perjudica enormemente la integridad de las divulgaciones públicas de Nissan en los mercados de valores, y la compañía expresa su más profundo pesar”, dijo la automotriz en un comunicado.
El regulador japonés dijo que el delito conlleva una multa de hasta 700 millones de yenes (6.21 millones de dólares).
Analistas y expertos legales han dicho que será difícil que Nissan y su presidente ejecutivo, Hiroto Saikawa, eviten las consecuencias del escándalo, porque sería irregular que otros ejecutivos hayan tenido conocimiento de la conducta indebida de Ghosn o que la compañía no realizara controles internos.
Con información de Milenio.