En 2022 desaparecieron en México un promedio de 27 personas al día. De 2007 a la fecha se han documentado más de 110 mil desapariciones y dos mil fosas clandestinas, más que un Estadio Azteca a su máxima capacidad. Por ello, tomemos un segundo para imaginar la magnitud de lo que está sucediendo.
Jorge Ruiz Reyes estudia una maestría en el Internet Institute de la Universidad de Oxford, hace poco pude escuchar a fondo sobre el proyecto en el que participa y quiero contarles porque me hizo explotar la esperanza.
La Plataforma Ciudadana de Fosas utiliza técnicas geoespaciales y machine learning (algoritmos que mejoran progresivamente a partir de su interacción con datos) para contribuir a la búsqueda de personas desaparecidas. El objetivo es identificar y delimitar zonas de búsqueda con altas probabilidades de contar con fosas; sus resultados han sido utilizados por familiares, grupos de búsqueda y equipos forenses independientes en Baja California, Guanajuato, Chihuahua y Nuevo León.
Lo primero es crear una base de datos sobre fosas clandestinas existentes. Lo hacen recopilando datos de solicitudes de acceso a la información y de miles de reportes de prensa. La información compendiada gira en torno al año, la descripción geográfica del lugar del hallazgo y el número de cadáveres exhumados.
Geolocalizar fosas clandestinas, una esperanza ante las miles de desapariciones
Para el caso de Baja California, por ejemplo, utilizaron 52 coordenadas de estos reportes como datos de entrenamiento para desarrollar un modelo geoespacial. Y aquí es donde se pone aún más interesante:
- Análisis de patrones puntuales
La ubicación de grupos de fosas no es necesariamente aleatoria. Utilizando pruebas como el promedio de la relación de vecinos cercanos (ANN) y la función K de Ripley, pueden encontrarse patrones que permiten inferir la distancia a aquellas que no han sido encontradas aún o incluso a potenciales nuevas fosas. En BC encontraron que, dada la conglomeración de puntos, hay una alta probabilidad de encontrar nuevas a 18 km-28km de una ya localizada.
- Espacio clandestino
Utilizan estructura de paisaje y contexto geográfico. Las fosas clandestinas tienen una mayor probabilidad de ser encontradas en espacios clandestinos, es decir, con una alta accesibilidad y privacidad (acceso rápido y poco visible para evitar ser descubiertos). Para la accesibilidad midieron tiempos de recorrido desde asentamientos urbanos y tomaron en cuenta velocidades promedio, pendientes de terreno y cobertura vegetal.
En el caso de la privacidad, calcularon la frecuencia con la que un punto está en la línea de visión de un observador desde la red de carreteras cercanas. Con esta información, modelada en MATLAB, generaron dos máscaras de Baja California como en este ejemplo:
- Acumulación de Nitrógeno
Al descomponerse, los cuerpos liberan al suelo nutrientes como el nitrógeno; en el caso de las plantas el nitrógeno está directamente relacionado con la concentración de clorofila en sus hojas.
Esta concentración puede detectarse a partir de índices espectrales y, dado que los cuerpos humanos contienen un promedio de 2.6 kg de nitrógeno, su presencia genera un incremento acelerado en la clorofila de las plantas circundantes (anomalías), que puede ser detectado por satélites de la Agencia Espacial Europea.
Estos entregan imágenes cada 6 días y permiten construir un Índice de Acumulación de Nitrógeno (NAI) para monitorear áreas en búsqueda. Por supuesto, deben descontarse casos de fertilización de campos y otros procesos humanos y naturales. Por ahora, las imágenes son de relativa baja resolución (10m por píxel) y esto limita su efectividad a sitios con decenas de cuerpos. El uso de drones podría mejorar la resolución y los resultados y ya llevan a cabo un piloto.
El modelo es capaz de georreferenciar zonas de fácil acceso y baja visibilidad, luego muestra zonas circulares –generadas por patrones en fosas anteriores– que incrementan la probabilidad de encontrar nuevas fosas a ciertos radios de kilómetros. Finalmente, en estas zonas se buscan anomalías a partir de observaciones de acumulación de nitrógeno, lo que puede indicar presencia de cuerpos.
La Plataforma Ciudadana de Fosas es un esfuerzo del Programa de Derechos Humanos de la Universidad Iberoamericana, la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de Derechos Humanos, ARTICLE 19 Oficina para México y Centroamérica, Data Cívica y el Human Rights Data Analysis Group. Pueden contactarlos en: info@datacivica.org
Con información de: El Heraldo