El Senado de la República aprobó en lo general y en lo particular la minuta que expide la Ley de Ingresos de la Federación 2019, que prevé obtener recursos por 5 billones 838,059.7 millones de pesos, sin crear nuevos impuestos ni aumentar los existentes, y la remitió al Ejecutivo Federal.
En el marco de una maratónica sesión y con 68 votos a favor y 52 en contra en lo particular a las reservas realizadas por 30 senadores de oposición a los artículos 1, 2, 12, 16, 19, 21, 24, 25, 28 y los artículos sexto y decimoquinto del régimen transitorio, se avaló dicha ley que entrará en vigor el 1 de enero como parte del primer paquete económico del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Con críticas de senadores del PRI, PAN, PRD y Movimiento Ciudadano, por el rechazo de Morena, el PT y PES para eliminar o disminuir el Impuesto Especial Sobre Producción y Servicios (IEPS) a las gasolinas, se envió al Ejecutivo federal para sus efectos constitucionales.
La Ley de Ingresos de la Federación 2019 por 5.8 billones de pesos, incluye ingresos adicionales de 23,768 millones de pesos (mdp) a la propuesta del Ejecutivo, los cuales se obtendrán del combate a la facturación falsa realizada por “empresas fantasmas”.
De los 5.8 billones de pesos que se estima obtener por concepto de ingresos para el año próximo, 3 billones 311,373.4 mdp (3.3 billones) corresponden a impuestos.
Asimismo, el marco macroeconómico de la Ley prevé un crecimiento real de entre 1.5 y 2.5% anual; en particular, para las estimaciones de finanzas públicas se considera un crecimiento puntual de 2.0% real.
El senador por Morena, José Luis Pech, defendió la Ley de Ingresos y destacó que “más allá de nuestras opiniones, también está la de los mercados. Hoy amanecimos bien, espero que mañana amanezcamos mejor, porque este es un presupuesto, sin romper el equilibrio fiscal”.
“Mantiene un superávit primario que es difícil, pero así se va a hacer pues vamos a lograr tener un mejor país porque se va a recaudar mejor, se va a reactivar el mercado interno”, dijo en tribuna.
Nuvia Mayorga, senadora del PRI, indicó que “es un paquete económico totalmente asistencialista, que nos lleva al retroceso, que está orientado a generar clientelas electorales en vez de seguir avanzando en un desarrollo integral que realmente mejore la calidad de vida de los mexicanos”.
El senador panista Gustavo Madero indicó que “una buena señal aquí es el superávit primario, que quiere decir el uno por ciento del PIB que va a ser mayor los ingresos que los egresos. Bravo, muy bueno, pero que creen eso no alcanza ni para la mitad del servicio de la deuda de los intereses, por lo cual se tendrá que incurrir en mayor endeudamiento”.
Clemente Castañeda, senador de Movimiento Ciudadano, argumentó el voto en contra porque “este paquete fiscal no satisface las expectativas de los mexicanos, porque es un paquete fiscal que cae en la simulación y que no transforma la política recaudatoria de nuestro país”.
Miguel Ángel Mancera, senador del PRD, dijo que “muchas de las partidas, muchas de las consideraciones de la Ley de Ingresos es que es inercial. Qué quiere decir, que es igual que al de 2018, los ajustes que trae son ajustes que tienen que ver con la inflación, no va a haber deuda, no es cierto, sigue el IEPS, es decir si se va a seguir cobrando el asunto de las gasolinas”.
De acuerdo con la Ley de Ingresos turnada al Ejecutivo Federal, para el cierre del año próximo se proyecta una inflación de 3.4%, un tipo de cambio nominal promedio de 20.0 pesos, una tasa de interés nominal promedio de 8.3%.
Para la mezcla mexicana de crudo de exportación se considera un precio de 55.0 dólares por barril y una plataforma de producción de 1 millón 847,000 barriles de petróleo diarios.
La Ley de Ingresos contempla un déficit público de 2.0% del PIB, un superávit primario de 1.0% del PIB y marca un déficit para los Requerimientos Financieros del Sector Público (RFSP) de 2.5% del PIB para 2019.
Se autoriza un monto de endeudamiento neto interno para el Ejecutivo federal hasta por 490,000 mdp, así como un monto de endeudamiento neto externo de 5,400 millones de dólares, el cual incluye el monto de endeudamiento neto externo que se ejercería para la contratación de financiamientos con organismos financieros internacionales.
Con información de Forbes.