El personal médico y de la salud de México siempre ha tenido derecho a ejercer en libertad su Objeción
de Conciencia.
La iniciativa aprobada en Cámara de Diputados amenaza gravemente con sanciones penales a los
profesionales de la salud. Ningún médico puede ser encarcelado por hacer valer, en su actuar profesional,
sus convicciones éticas.
“Pedimos a todos los grupos parlamentarios del Senado de la República a reconocer la libertad y
el Derecho a la Objeción de Conciencia de todos los médicos y enfermeras. No cometan el mismo error
que lamayoría de los diputados”, profesionales de la salud.
El sector Salud del país se inconformó después de que el pasado
martes 31, en la Cámara de Diputados, sin consulta previa alguna, Morena, sumando votos de sus aliados, pasó
por encima de los derechos de médicos y enfermeras, al anular el derecho que los profesionales de la salud de
todos los países más avanzados del mundo tienen, para negarse a participar en procedimientos que consideren
inadecuados.
En una carta abierta, firmada por 60 federaciones, asociaciones y colegios de médicos en México, prácticamente
el gremio completo, manifiesta que el personal médico y de enfermería que forma parte del Sistema Nacional
de Salud, debe ejercer su derecho a objeción de conciencia en libertad, con plena autonomía y excusarse de
participar en la prestación de servicios médicos, cuando consideren que se oponen a sus convicciones éticas y de
conciencia, claro está, respetando los derechos de los pacientes.
El dictamen aprobado por mayoría en la Cámara de Diputados, que viola el derecho constitucional de la objeción
de conciencia y que se votará próximamente en el Senado de la República, busca criminalizar y sancionar a
quienes hagan valer este derecho en las instituciones de salud, puesto que contempla sanciones civiles,
administrativas y hasta penales, para los médicos y personal de enfermería que, “bajo la premisa de Objeción de
Conciencia”, ocasionen retraso o entorpecimiento de los servicios de salud.
“Pensamos que el sector salud de México que siempre ha sido de vanguardia y solidario con la población, en
los últimos años ha sufrido, quizá de modo especial durante y a partir de la pandemia, una injusta marginación
y, honestamente, se siente agraviado y, más ahora, que se le pretende marginar su libertad y hasta se le
criminaliza con una propuesta de ley que no surge ni del sector médico, ni de los pacientes y en un momento tan
delicado como el que nuestro país atraviesa con los recientes acontecimientos del estado de Guerrero”, afirmó
el Dr. José Narro, exsecretario de Salud, quien también exhortó a todos los grupos parlamentarios del Senado de
la República a dialogar sobre la libertad de sector salud en su Derecho a la Objeción de Conciencia, dado que
ningún médico puede ser encarcelado por hacer valer, en su actuar profesional, sus convicciones éticas.
Por su parte, el diputado Éctor Jaime, doctor y miembro de la Comisión de Salud de la actual legislatura
expresó que la iniciativa busca criminalizar y sancionar a quienes hagan valer la objeción de conciencia en las
instituciones de salud, puesto que, se contemplan sanciones civiles, administrativas y hasta penales, para los
médicos y personal de enfermería.
La iniciativa aprobada en la Cámara de Diputados por Morena permitiría elaborar un registro de objetores de
conciencia, para tener identificados a quienes han manifestado su derecho a no participar en procedimientos
médicos que vulneren sus convicciones personales, siendo esto una grave violación a los derechos de miles de
médicos y personal de enfermería que correrían el riesgo de ser hostigados, amenazados, o que sea un factor
determinante para un despido.
La iniciativa aprobada por Morena y sus aliados en la Cámara de Diputados va contra la declaración universal
de los Derechos Humanos que en su artículo 18 dice que “Toda persona tiene derecho a la libertad de
pensamiento, de conciencia y de religión; este derecho incluye la libertad de cambiar de religión o de creencia,
así como la libertad de manifestar su religión o su creencia, individual y colectivamente, tanto en público como
en privado, por la enseñanza, la práctica, el culto y la observancia”.
Por su parte el Dr. Luis Francisco Molina Jai, presidente del Colegio Mexicano de Medicina General A. C., rechazó
la criminalización del ejercicio del derecho a la objeción de conciencia, “nos manifestamos y reclamamos nuestra
autonomía y libertad como profesionales de la salud y exigimos el derecho que nos corresponde a la objeción
de conciencia y que se nos permita ejercer nuestros derechos, así como libre ejercicio profesional”, declaró.
Finalmente, la Dra. Rosario Laris, médico, maestra en salud pública y bioeticista, comentó que “la objeción de
conciencia para los profesionales de la salud es la negativa por motivos éticos, de conciencia o religiosos, a llevar
a cabo determinadas prácticas médicas que son ordenadas o toleradas por la autoridad. La objeción de
conciencia surge también del conocimiento que el profesional de la salud ha adquirido gracias a su preparación
académica y que sigue obteniendo con la suma de su experiencia cotidiana, lo que le permite considerar si alguna
práctica fuese adecuada o no para su paciente, es decir, esta “conciencia” lo impulsa a buscar el bien del paciente
en todo momento”.
“Un caso, el del fentanilo, ha causado mucho daño a nuestra sociedad. Según las últimas cifras en tres años, en
USA, las muertes por sobredosis han aumentado en más del 90%, ahí el criterio y la libertad del médico es lo que
permite -es solo un caso repito- actuar correctamente ante un paciente que podría solicitar dósis de fentanilo
fingiendo dolor y el médico no podría negarse, aunque este actuar le haga un daño al paciente”, concluyó la
Doctora Laris.
La comunidad Médica hace un llamado a todos los grupos parlamentarios del Senado de la República, a
reconocer su libertad y su Derecho a la Objeción de Conciencia. De igual forma, para que se incluya a médicos y
enfermeras en el análisis de los proyectos de ley en esta materia, que se atiendan las verdaderas