Un importante miembro de la Mara Salvatrucha (MS-13) fue detenido en México, como parte de una solicitud de extradición a Estados Unidos en donde es acusado de cuatro delitos de terrorismo.
Se trata de Elmer Canales Rivera, alias “El Crook”, identificado como uno de los cabecillas históricos de la MS-13, y quien ya había sido detenido en junio de 2021, por lo que cumplía una condena en una cárcel de máxima seguridad de El Salvador, pero fue liberado de forma irregular meses más tarde, pese a la solicitud de extradición y una ficha roja de la Interpol en su contra.
El líder criminal de 45 años es reclamado por el gobierno estadounidense por delitos como conspiración para proporcionar y ocultar apoyo material y recursos a terroristas, conspiración para cometer actos de terrorismo que trascienden las fronteras nacionales, conspiración para financiar el terrorismo y conspiración de narcoterrorismo.
Según revelaron medios salvadoreños, “El Crook” vivía en un lujoso apartamento en una de las zonas más exclusivas de San Salvador, hasta que tuvo que esconderse y huir, primero a Guatemala y luego a México.
De manera extraoficial se filtró información respecto a que, por varios años, Elmer Canales había estado recibiendo protección, tanto del gobierno de su país como del mexicano para no ser capturado.
Mediante una publicación en redes, el sitio web de noticias salvadoreño El Faro reveló un audio que vincula al líder pandillero con el empresario del futbol Carlos Marroquín. En la grabación, Marroquín confesó que ayudó al criminal a llegar a Guatemala para posteriormente huir hacia México, como un acto de lealtad con el grupo criminal.
De acuerdo con información del FBI, aun estando en una cárcel salvadoreña, “El Crook” coordinó grupos de pandilleros de la MS-13 que operan en varias ciudades como Nueva York y Virginia.
Quién es “El Crook”
Sobre este criminal, el diario El País señala que es uno de los llamados “doce apóstoles del diablo”, como se le conoce a los miembros fundadores y de más alto rango de la Ranfla o “Junta Directiva” de la MS-13.
En 2002, Canales Rivera se unió a otros líderes de la pandilla que estaban encarcelados para crear una estructura que mandara y supervisara a las células de la organización criminal y tomara el control de las prisiones donde estaban diseminados los integrantes de la mara.
Todas las decisiones importantes pasan por la Ranfla: desde establecer los castigos a los soplones y el cobro de extorsiones a la población civil, hasta firmar pactos con políticos de alto nivel y cárteles de la droga como el Cártel de Sinaloa, el Cártel Jalisco Nueva Generación, el Cártel del Golfo y Los Zetas.
Con información de: La Opinión