Frida Gabriela Mejía Morales, alumna egresada de la Licenciatura en Diseño Industrial de la Facultad del Hábitat de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, obtuvo mención honorífica en la Edición 20 del Premio Clara Porset, el cual es organizado por la UNAM, con su proyecto in-DEPENDE-cia, el cual está basado en la idea de una silla de descanso en procesos de quimioterapia para ser utilizada en salas públicas de atención.
Indicó que este trabajo de titulación, es un proyecto muy cercano a su familia, ya que todo el diseño estuvo basado para atender a su abuela, quien desafortunadamente murió de cáncer de mama, siendo éste el principal motivo que la sensibilizó para crear esta silla de descanso, para que cada paciente pueda ser totalmente independiente en su espacio, para que se sientan más dueñas de su tiempo y lugar y en donde el hospital no sea una excepción, ni cansado.
Frida Gabriela Mejía explicó que tuvo acceso a encuestas del sector salud que detallan que en México, una de cada cuatro mujeres padece cáncer de mama y tiene un promedio de cinco años de supervivencia. Por ello, las pacientes además de lidiar con la enfermedad, deben enfrentar un cambio de vida, ya que por lo general padecer cáncer de mama puede implicar la mutilación de uno o los dos senos.
El diseño de este sillón posee una altura similar a una silla el cual se encuentra dividido en dos partes, en donde la silla principal parece un reposte y contiene una estética que permite que el mueble sea cercano a la paciente; la separación es una especie de mesa-banco, con la finalidad de que se puedan realizar maniobras de emergencia con más facilidad, pues en ocasiones algunas pacientes deben ser colocadas en ciertos grados o posiciones y es en esas salas donde muchas veces ellas mismas deben mantenerse en ciertas posturas sin ayuda de nadie.
Además, se hace esta división del mueble para que puedan descansar las piernas o se pueda utilizar la segunda parte del sillón como una mesa, pues muchas veces a estas salas de atención se trasladan personas de otras partes y tiene que llevar maleta con ropa limpia, y la separación les permite más comodidad en el proceso de quimioterapia y la colocación de algún catéter.
La egresada de la Facultad del Hábitat explicó que si bien este sillón no resuelve todas las necesidades, puede servir para seguir apoyando a mujeres que padezcan cáncer de mama.
Finalmente, señaló que los jurados del Premio Clara Porset la felicitaron por este proyecto, y la conminaron a que siga mejorando este proyecto en beneficio de las pacientes con cáncer de mama.