Nos hemos conocido de antes… confirmó el ex gobernador Fernando Silva Nieto, sentado a un lado del gobernador Ricardo Gallardo en el set del pollocast, estrenando el nuevo espacio de comunicación política que en este siglo se estila.
Si bien oficialmente se trató del segundo episodio, es en realidad el primero que deja ver la intención de comunicación, el sentido político y quizá algunos de los objetivos más profundos de este ejercicio.
El reciente episodio del podcast del gobernador Gallardo, se estrenó el 18 de febrero, a penas a 13 días después de la muerte del ex gobernador Horacio Sánchez Unzueta, quien en su testamento político pareció repudiar las traiciones que le tocó atestiguar y las que suponía vendrían, aunque seguramente no imaginó que se habrían de materializar tan pronto.
Para algunos politólogos, esa charla “casual” de 43 minutos, confirmó la relación cercana del ex gobernador Silva Nieto con el mandatario estatal y seguramente no pasará mucho tiempo antes de que se evidencien otro tipo de colaboraciones cercanas entre ambos.
Historias personales
Se notó cierta complicidad, la que da el intercambio de historias personales, la confianza de haber compartido seguramente varias charlas extensas. Dicen los políticos de la vieja guardia, que en política nada es casualidad. Aunque sorprendió a más de uno que el ex senador Silva Nieto, accediera a esa entrevista, todavía con el cercano luto de quien aseguró fue su “hermano” Horacio Sánchez, a quien sucediera en el gobierno estatal hacia 1997. Por cierto, este miércoles ya desayunaba Fernando Silva, con un importante secretario del gabinete gallardista.
Volviendo al pollocast, por momentos se le notaba algo incómodo, de por si Fernando Silva, nunca pareció estar del todo libre en las entrevistas cuando fue gobernador. Intentó recapitular su sexenio, sus logros, retos… intentó destacar su carrera académica, El Colmex, Oxford… incluso intentó desmentir el mito del helicóptero y las rosas a su novia huasteca.
En cambio el gobernador Gallardo, pareció sentirse muy a gusto, en su ambiente, en su estilo, en su lenguaje, con escasos intentos de seguir el guion, que seguramente le prepararon con especial cuidado.
Las posdatas del testamento político
Apenas el 20 de febrero, en el homenaje póstumo al exgobernador Sánchez Unzueta, su viuda, Conchalupe Nava, leyó el testamento de su marido y por segunda ocasión, la vida la colocó como la lectora de sendos testamentos políticos, primero el de su padre Salvador Nava en los años 90s y ahora el del padre de sus hijos.
Esa primera posdata en el documento, si bien no llevaba destinatario directo con nombre y apellido, pareciera anticipar que se avecinaban algunas traiciones políticas, cuando hace referencia histórica al recordar que quienes se sumaron “al gabinete corrupto de Victoriano Huerta y sus familias lo siguen lamentando por los siglos de los siglos”. Otra dura referencia a esas traiciones, la parece reclamar Horacio Sánchez al decir que “quienes son hoy complacientes y se rinden por miedo o ambición, pagarán los dividendos del naufragio que viene”.
Horacio Sánchez Unzueta encabezó un gobierno a finales de un siglo en el que la política tenía otras prácticas y valores. Hoy los tiempos son otros y sólo el transcurrir de los años, permitirá revisar los saldos que dejen las acciones y decisiones de los protagonistas de hoy.
Por: Lidia Juache