Sofía Mayela
A pesar de que la presencia de las mujeres en actividades económicas del país es amplia, aún persiste una desigualdad de ingresos a comparación de los hombres.
Según datos recopilados por el IMCO, en México, las mujeres perciben un 35% de ingresos menores que los hombres y esta situación se acentúa de acuerdo a las condiciones sociodemográficas.
Por ejemplo, al ser madres reciben 57% menos ingresos que los padres y, por ende, dependen en mayor medida de las transferencias, lo que reduce su independencia económica.
A partir de los datos recabados por la Encuesta Nacional de Ingreso y Gasto de los Hogares en 2022, se identificó una brecha de ingresos, donde las mujeres presentan una reducción del 35% a comparación de los hombres, es decir, que por cada 100 pesos que gana un hombre, una mujer percibe 65 pesos mensuales.
En general, los hombres tienden a percibir un mayor salario, debido a que trabajan más horas, pueden acceder a empleos mejor remunerados y a ocupar posiciones de mayor jerarquía.
Las transferencias, después del trabajo asalariado, son la segunda fuente de ingresos de las mujeres. Estas abarcan pensiones, jubilaciones, becas, remesas y programas sociales. Aquí ellas reciben el doble de ingreso: 24% en comparación con el de los hombres del 12%, no obstante, que una mujer reciba mayores ingresos por transferencias implica una menor independencia económica.
En cuanto a los estudios superiores, las mujeres que solamente completaron una educación primaria presentan una brecha salarial del 43%, mientras que para aquellas que concluyeron la educación media superior se reduce a 35%.
Asimismo, las mujeres al convertirse en madres tienden a pausar sus carreras en mayor proporción que los padres, lo que repercute en sus ingresos mensuales.