Sofía Mayela
El impuesto rosa o pink tax es el aumento de precio que presentan algunos productos y servicios dirigidos hacia el sector femenino a diferencia de los enfocados al público masculino.
El impuesto rosa surge a partir de estrategias mercadológicas, consecuencia de la relación y vinculación que hay entre la mujer y el hogar.
El sobreprecio de ciertos productos y servicios se da cuando las mujeres son percibidas como más activas en el mercado, por lo que consumen más.
Asimismo, según Profeco, los precios también aumentan, ya que las marcas invierten más capital en el diseño, presentación y publicidad, en los artículos dirigidos a un público femenino.
En cuanto a los seguros médicos y de vida, también suelen ser más costosos los que se encuentran dirigidos a mujeres, ya que, según La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), las aseguradoras parten de la longevidad que presentan las mujeres a comparación de la de los hombres que es menor.
Lo mismo sucede con los seguros médicos, ya que como las mujeres viven más que los hombres son más propensas a padecer enfermedades.
En consecuencia de lo anterior, la Condusef aconseja:
- Comparar precios antes de comprar o contratar servicios.
- Tomar en cuenta que algunas veces el mismo artículo puede estar más barato en una tienda que en otra.
- Si es posible, adquirir artículos neutros.
- En caso de que la diferencia del producto es una sustancia, fragancia u olor que no se pueda reemplazar por la versión neutra, es mejor buscar una marca de menor precio que ofrezca un artículo similar.