El Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) tienen hoy presencia en los 50 estados de Estados Unidos y han desatado la peor crisis de drogas en la historia de ese país, afirma la DEA en su Evaluación Nacional de las Drogas 2024.
En el informe, difundido este jueves, la agencia de control de drogas señala que estos dos cárteles, a los que denomina organizaciones criminales trasnacionales, son los grupos más poderosos y más peligrosos en México. “Están involucrados en el tráfico de armas, lavado de dinero, tráfico de migrantes, tráfico sexual, sobornos, extorsión y otra serie de crímenes, con un alcance global y mercados en Europa África, Asia y Oceanía”.
De acuerdo con el informe, los cárteles tienen presencia en los 50 estados de Estados Unidos, aunque son más fuertes en los estados fronterizos, como Texas, Arizona, California y Nuevo México. Otro estado donde son fuertes es Florida. Nueva York y Washington DC también aparecen con una presencia importante del narco mexicano.
“Juntos, los cárteles de Sinaloa y Jalisco han provocado la peor crisis de la droga en la historia de Estados Unidos. Ellos dictan el flujo de casi todas las drogas ilícitas hacia Estados Unidos, y su dominio sobre el comercio de drogas sintéticas en particular es evidente en el incesante flujo de fentanilo y metanfetamina ilícitos que cruzan la frontera hacia los mercados estadounidenses”.
El reporte advierte que “la facilidad y el bajo coste de producir estas drogas a gran escala en México las hace muy rentables. La metanfetamina comercializada por los cárteles es más potente y barata que en cualquier otro momento de la última década. Además, los cárteles comercializan deliberadamente fentanilo ilícito en forma de pastillas que imitan los medicamentos de venta con receta; como resultado, muchos estadounidenses compran y consumen medicamentos ilegales que creen que son medicamentos de venta con receta legítimos”.
El informe describe cómo operan los cárteles mexicanos, de los que, dice, han desarrollado redes mundiales de cadenas de suministro”. Dependen, explica, “de empresas químicas y de prensas de pastillas de China para suministrar los precursores químicos y las prensas de pastillas necesarios para fabricar las drogas”.
En México, indica, “operan laboratorios clandestinos, donde fabrican estas drogas, y luego utilizan sus vastas redes de distribución para transportarlas a Estados Unidos. Cuentan con socios en Estados Unidos para distribuir las drogas al por menor en las calles y en las redes sociales”.
Con información de: El Universal