Desde la tarde del pasado lunes 14 de mayo iniciaron los enfrentamientos entre los Cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación, en comunidades del municipio Chicomuselo, ubicado en la zona sierra de Chiapas.
Los enfrentamientos se extendieron hasta el poblado Morelia, donde se ubica una de las minas explotadas ilegalmente por uno de los grupos armados.
En esta comunidad, resultaron sin vida 11 personas de una familia, incluyendo menores de edad.
En el lugar, los integrantes de los cárteles quemaron viviendas, autos, terrenos, lo que provocó una nueva ola de personas que en horas recientes tuvieron que salir desplazadas.
A estas personas se suman miles más que han abandonado sus viviendas ante las agresiones de los dos cárteles, y el sometimiento en que los tienen al obligarlos a hacer cordones humanos, y exigirles parte de las ganancias de sus cosechas y negocios; además, en algunos casos, prepararles y llevarles alimento.
Sobre el asesinato de la familia, testigos refieren que “eran gente buena, nada tenían que ver con los grupos, pero llegaron ellos en sus camiones que llaman monstruos (camionetas blindadas con placas de metal), llegaron desde los ejidos Unión y Limonar (…) les dispararon y los quemaron”.
Mediante sus redes sociales, la fiscalía dijo que inició investigaciones correspondientes en contra de quien o quienes resulten responsables.
Además, afirmó que dio inicio al proceso de identificación de los cadáveres.
“El Grupo Interinstitucional encabezado por la Fiscalía General del Estado (FGE) a través del Fiscal del Ministerio Público de Chicomuselo realizaron el levantamiento de los cuerpos haciendo un reconocimiento médico de los mismos y efectuando la diligencia de identificación de cadáveres con los familiares”.
Finalmente, dio a conocer que el Grupo Interinstitucional de seguridad, lleva a cabo patrullajes en la zona para garantizar la paz y realizar las investigaciones que fincarán responsabilidades.
Con información de: Aristegui Noticias