La mafia china encontró en las calles del Centro Histórico de la Ciudad de México y su deslumbrante actividad económica una forma de exportar, de igual forma, las actividades ilegales que en su momento agobiaron a Beijing, la capital de China, y que hace unos años florecieron en aquel país a la par de su comercio.
El pasado 11 de mayo, una redada de la Policía capitalina dejó al descubierto la operación de un exclusivo antro en los alrededores de la estación del Metro Pino Suárez, en la colonia La Merced Centro.
Esta colonia se ha convertido en uno de los puntos neurálgicos del comercio informal en la capital y en los últimos años los importadores chinos se han apropiado de este lugar con rapidez.
Se trata de “Cielo y Tierra”, un antro que ofrecía servicios sexuales con mujeres, de origen mexicano y hondureño, bebidas, drogas, fundamentalmente la cocaína y el cristal, además de juego ilegal, exclusivamente a ciudadanos chinos radicados en la capital de la República.
De acuerdo con un reportaje publicado por el periódico Reforma, este antro operaba de manera clandestina camuflajeado entre diversos locales comerciales dedicados a la venta de diversos productos de manufactura china o de grandes distribuidores como Temu y Shein y que facilmente pasaba desapercibido para la gente común.
De acuerdo con datos de inteligencia de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México, los chinos que tenían membresía en “Cielo y Tierra”, contaban con una tarjeta con fotografía que era escaneada a las puertas de este antro para validar su nacionalidad.
El éxito de las importaciones de mercancia china al centro de la Ciudad de México se refleja en lo que algunos de los clientes del antro chino, enclavado en las calles del Centro Histórico, tenían que pagar por pasar una tarde o noche en este lugar.
“Cielo y Tierra” operaba de las 18:00 horas hasta el amanecer y contaba con servicios de prostitución- cada mujer con un costo mínimo de 16 mil pesos, consumo de drogas y hasta karaoke, con un costo de 6 mil pesos.
Iluminado con luces neón, las mismas que se venden en calles aledañas a la Plaza Izazaga o en los alrededores del Barrio Chino, este antro tenía una longitud de 40 metros cuadrados con 12 salas distruidas en dos pisos. En estos lugares, los clientes chinos podían tener relaciones sexuales, consumir cocaína y cristal y cantar, por este lugar, el cliente debía pagar 10 mil pesos.
Según Reforma, uno de los distintivos de este sitio era la inhalación de cocaína en una tablilla de bambú con popotes. Consumir dos gramos de esta sustancia tenía un costo de 8 mil pesos, unos 432 dólares a un tipo de cambio de 18.32 pesos por cada billete verde.
La comida, por más simple que fuera tenía costos elevados, por ejemplo, una sopa, que en calles de la ciudad oscila en los 35 pesos, en “Cielo y Tierra” costaba hasta 100 pesos o un cóctel de frutal 700 pesos, el arroz, tradicional en la dieta china, un costo de 300 pesos o papas fritas por 150 pesos.
Una botella de whisky podía costar hasta 2 mil 500 pesos, el tequila hasta 3 mil pesos o el Cognac en 4 mil pesos. Los más extravagante eran la cerveza Modelo pues dos six eran ofrecidos hasta en 2 mil 400 pesos.
Los capos de la mafia china que operaban el antro en la CDMX
El operativo del 11 de mayo contra el antro “Cielo y Tierra” fue detenido Weng Ruiquian, de 56 años, quien era administrador de este club junto con su asistente de 21 años, Weng Dejian.
También fueron arrestados Chen Hong Yan y Chen Fanghua, ambos de 28 años, quienes son señalados de distribuir la cocaína y cristial a sus connacionales.
Además, se detuvo a Weng Wengi, de 47 años, Guanominh Huan, de 29 años; Dong Quijung, de 52 años; Sun Zhonghu de 40 años, y tres mujeres: Cheng Fan de 28 años, Ninha Chin y Duo Duo Xu.
Con información de: Radio Fórmula