El huracán Beryl tocó tierra la madrugada del lunes en el sur de Texas con una peligrosa marejada ciclónica y fuertes vientos. La poderosa tormenta, que ya dejó un rastro de muerte a su paso por México y el Caribe, llegó a tierra en torno a las 4 de la mañana, hora central de Estados Unidos, según indicó el Servicio Meteorológico Nacional.
“Se están produciendo fuertes vientos, intensas precipitaciones y una marejada ciclónica que ponen en riesgo la vida en varias zonas de Texas”, indicó el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos antes de que la tormenta llegara a tierra.
El centro situó la tormenta unos 24,1 kilómetros (15 millas) al sureste de Matagorda, Texas, y unos 160,9 kilómetros (100 millas) al nordeste de Corpus Christi. Matagorda se encuentra a unos 161 km (100 millas) al sur de Houston.
Los vientos máximos sostenidos del huracán eran de 128,7 kilómetros por hora (80 millas por hora) mientras avanzaba hacia el noroeste a 16 km/h (10 mph). Había una alerta de huracán activada para la costa de Texas, desde la bahía Mesquite y hacia el norte a Port Bolivar, señaló el centro.
Los vientos con fuerza de tormenta tropical se extendían 185 kilómetros (115 millas) desde el centro. El centro de huracanes advirtió a los residentes que estuvieran preparados para posibles inundaciones repentinas en partes de la región central, el norte y el este de Texas, al igual que Arkansas, a medida que la tormenta gire gradualmente hacia el norte y luego al noreste más tarde el lunes.
A lo largo de la costa de Texas, muchos residentes y propietarios de negocios tomaron las precauciones usuales para tormentas, aunque también expresaron reparos sobre su intensidad.
En la localidad de Port Lavaca, Jimmy May instalaba madera contrachapada sobre las ventanas de su compañía de suministro eléctrico y dijo no estar preocupado por la posible marejada generada por la tormenta. Recordó que su negocio no se había inundado durante el paso de un huracán previo que trajo consigo una marejada de 6 metros (20 pies).
“En el pueblo, si uno está en las áreas bajas, obviamente necesita irse de allí”, señaló.
En el puerto deportivo cercano, Percy Roberts mostraba a su vecino Ken Waller cómo asegurar adecuadamente su barco mientras fuertes vientos llegaban de la bahía el domingo por la tarde.
“Este va a ser el primer huracán que experimento”, dijo Waller, señalando que estaba un poco nervioso pero se sentía seguro con las indicaciones de Roberts. “Reza por lo mejor pero espera lo peor, supongo”.
Beryl, la tormenta que más temprano ha alcanzado la categoría 5 en una temporada del Atlántico, provocó al menos 11 muertes a lo largo de su paso por el Caribe rumbo a Texas. El meteoro arrancó puertas, ventanas y techos con vientos devastadores y marejadas azuzados por una temperatura récord en las aguas del océano.
Tres veces en su semana de vida, Beryl ha ganado 56 km/h (35 mph) de velocidad del viento en 24 horas o menos, la definición oficial de intensificación rápida del servicio meteorológico.
El crecimiento explosivo de Beryl hasta convertirse en una tormenta temprana sin precedentes es un reflejo de la alta temperatura del agua en el Atlántico y el Caribe, y lo que el cinturón de huracanes del Atlántico puede esperar durante el resto de la temporada de tormentas, dijeron los expertos.
Las autoridades texanas advirtieron a la gente en toda la línea costera que se preparase para posibles inundaciones, aguaceros y viento. La alerta de huracán iba de la bahía Baffin, al sur de Corpus Christi, a Sargent, al sur de Houston.
Beryl amenazaba con llevar otro episodio de lluvias intensas a Houston, donde en los últimos meses varias tormentas han provocado apagones en la cuarta ciudad más grande del país e inundado vecindarios enteros. Había un aviso de inundaciones repentinas en una amplia zona de la costa de Texas, donde los meteorólogos esperaban que el meteoro dejara hasta 25 centímetros (10 pulgadas) de agua en algunas zonas.
Con información de: AP