El presidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, ha propuesto el inicio de un diálogo con el régimen de Corea del Norte con vistas a abordar “cualquier tema” y avanzar hacia la unificación de la península, un horizonte por ahora lejano entre dos países que, técnicamente, siguen en guerra. Yoon considera que la “liberación” lograda tras la rendición japonesa de 1945 sigue siendo “incompleta” y ha abogado por que “el reino congelado del Norte” goce también de la misma libertad que el Sur y pueda remontar en cuestión de desarrollo social.
“Sólo cuando se establezca una nación unificada libre y democrática, poseída legítimamente por el pueblo a lo largo de toda la península coreana, podrá llegar la liberación completa”, ha enfatizado el mandatario surcoreano en un acto para conmemorar precisamente el fin del yugo japonés.
Para Yoon, el acercamiento pasa por una serie de requisitos clave, entre los que figuran la defensa de la libertad en Corea del Sur y el freno a cualquier potencial desestabilización. Ha prometido un programa de asistencia masiva a cambio de pasos de Pyongyang hacia la desnuclearización y ha señalado que, incluso en el actual contexto de tensiones, Seúl sigue ofreciendo ayuda humanitaria, como ocurrió con las recientes inundaciones.
Asimismo, ha planteado el impulso de cambios en Corea del Norte mediante la llegada de información en el exterior y la mejora de los Derechos Humanos. En este sentido, ha apelado al “derecho a la información” para que sean los propios ciudadanos quienes se den cuenta de la situación real en la que vive sumido su país, algo que según Yoon les ocurre a quienes huyen a Corea del Sur cuando comienzan a tener acceso a prensa libre.
Al otro lado de la frontera, sin embargo, el régimen de Kim Jong Un no ha dado muestras recientes de acceder siquiera a un diálogo que sí se planteó como una posibilidad en 2018 y 2019, en un inédito intento promovido desde la Casa Blanca por el entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Kim Jong Un ha eliminado este año de las directrices políticas estatales el concepto de unificación pacífica y ha derogado las leyes que facilitaban la cooperación económica con Corea del Sur, al tiempo que ha agitado los temores a una nueva carrera armamentística y nuclear con vistas incluso a un conflicto.
Este 15 de agosto es uno de los pocos días que conmemoran al mismo tiempo las dos Coreas, que coinciden también en criticar la visión que aún conserva Japón. Este jueves, varios ministros del Gobierno de Fumio Kishida han visitado el santuario de Yakusuni para honrar a los fallecidos en el conflicto. Se trata del quinto año consecutivo en que algún ministro visita este polémico monumento, mientras que Kishida ha optado por enviar una ofrenda.
El Ministro de Exteriores de Corea del Sur no ha tardado en expresar su “profunda decepción” por estos gestos, alegando que Yasukuni “glorifica el pasado de agresión” nipón. “Instamos a los líderes responsables de Japón a afrontar la historia y demostrar mediante acciones una reflexión humilde y un arrepentimiento real por lo ocurrido en el pasado”, ha reclamado en un comunicado.
Con información de: Infobae