En recientes inundaciones que afectaron diversas zonas de la capital potosina, se ha reportado un preocupante fenómeno en el que las autoridades estarían cobrando hasta dos mil pesos por regresarse en contra en las zonas inundadas, aprovechando la desesperación de los conductores atrapados.
El cobro ha generado indignación, ya que muchos consideran que estas acciones, más allá de ser imprudentes, representan una explotación de la vulnerabilidad de quienes sufren las consecuencias de las fuertes lluvias. En lugar de brindar ayuda solidaria, algunos aprovechan la situación para infraccionar en lugar de ayudar quieren hacer “su agosto” y perjudicar a las potosinos
Esta situación refleja no solo la gravedad de las inundaciones, sino también la falta de conciencia de las autoridades ante el riesgo que implican estas circunstancias.
Con información de: Porta Voz SLP