En el marco del cierre de Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, el empresario Ricardo Salinas Pliego reveló un supuesto pacto entre él y el mandatario, para resolver la deuda fiscal de Grupo Elektra.
La explicación de Salinas Pliego fue en respuesta a los señalamientos que AMLO hizo sobre él y la deuda durante su conferencia matutina en Palacio Nacional esa misma mañana. Ahí el presidente reconoció que aceptó la propuesta del empresario para llegar a un “arreglo” y que fue él mismo quien le propuso someter a revisión la deuda.
En un mensaje publicado la noche del 26 de septiembre en su cuenta de X –antes Twitter–, Salinas Pliego acusó a AMLO de haber mentido sobre lo que realmente ocurrió y señaló que el presidente “sabe perfectamente” que el Servicio de Administración Tributaria (SAT) pretende cobrar dos veces por las as pérdidas fiscales de los años 2008 a 2012.
“Una verdad a medias es una mentira. ¡Siempre una mentira! y hoy, como de costumbre, Andrés les mintió en la mañanera sobre lo que realmente ocurrió entre él y yo con respecto a los supuestos “impuestos no pagados” por Grupo Elektra”, escribió Salinas en su mensaje.
Ricardo Salinas aseguró que AMLO sabe bien que los recargos de tantos años son 100% culpa del SAT y su negativa a hacer lo correcto, y que el litigio se ha prolongado precisamente por su intención de cobrar dos veces.
Entre sus reclamos, el empresario calificó de “talibanes fiscales” a los asesores “más cercanos y radicales” del presidente, incluidos: Jesús Ramírez, Antonio Martínez Dagnino y Armando Ramírez, quienes aseguró que fueron impuestos por su hijo Andrés Manuel López Beltrán “para extorsionar a empresarios según convenga”.
Aseguró que fueron ellos quienes impidieron que su caso se resolviera en la Suprema Corte de Justicia de la Nación, según lo que él y AMLO habían pactado.
De acuerdo con Salinas Pliego, en distintas revisiones de 2008 a 2012 se afirmó que las pérdidas no eran deducibles, por lo que debían pagar. Sin embargo, explica, luego de una revisión en 2013, concluyeron que sí eran deducibles, pero que como la ley había cambiado, Grupo Elektra debía pagar.
“Con ánimo de resolver este añejo problema, nosotros concedimos que las pérdidas fiscales no eran deducibles y estábamos dispuestos a pagar $7,600 millones de pesos por ello. Tanto así que hicimos el primer pago de $2,600 millones, quedando como saldo pendiente $5,000 millones, los cuales serían pagados de acuerdo con el convenio judicial que se lograría con la intervención de la Suprema Corte”, señaló el también dueño de TV Azteca.
Detalló que fue precisamente por eso que AMLO y él hicieron el pacto para que los expedientes completos de nuestro caso fueran turnados al ministro Luis María Aguilar, con el pleno consentimiento del procurador fiscal y del entonces secretario de Gobernación, Adán Augusto López.
Sin embargo, calificó de “mañosos” a los funcionarios del SAT, pues asegura que no enviaron más que el expediente del 2013, dejando así abierto el tema de los años 2008 a 2012, situación que impidió al ministro Aguilar resolver en su totalidad nuestro caso.
“En pocas palabras, fue por culpa del SAT que nuestro expediente estuvo meses en el cajón del ministro Aguilar”, dijo.
Durante la conferencia matutina del día 26 de septiembre, López Obrador habló sobre la relación que su gobierno tuvo con Salinas Pliego, asegurando que desde el principio se fijaron reglas.
Explicó también que fue él mismo quien le dijo al sector empresarial que ya se había terminado el tiempo en que no pagaban los impuestos, que les condonaban los impuestos, por lo que los exhortó a pagar.
“Y en el caso de Ricardo Salinas Pliego, vienen en una ocasión a plantear que quería un arreglo. Dije: sí, cómo no, vamos a buscar la forma; que, legalmente lo que no se justifique, que, según tu criterio y así lo considere el SAT, es un abuso, un exceso, se te está cobrando de más, pues que se revise”, dijo.
Garantizó que tras una revisión se llegó a un acuerdo en el que el empresario debía pagar 14 millones de pesos, quitando recargos, “algo que podía hacer el SAT legalmente, sin violar la legislación fiscal”.
Sin embargo, aseguró que la respuesta del empresario fue un “no” y que él dijo “ni modo”.
Agregó:
“Él sabe también que eran dos caminos: el arreglo o que se resolviera en los tribunales, y él dijo que no aceptaba el arreglo, y en los tribunales. Y ahí está, en los tribunales, nada más que, aunque todavía va a decidirse, ya los tribunales resolvieron, ya lo que están haciendo ahí en la Suprema Corte ya es… No voy a decir ilegal, pero improcedente”.
Con información de: Aristegui Noticias