La supermayoría de Morena en el Senado aprobó en fast track que sean improcedentes las impugnaciones de reformas constitucionales, con lo que el oficialismo busca blindar la reforma judicial que propuso el expresidente Andrés Manuel López Obrador y que ha defendido la presidenta Claudia Sheinbaum.
Los senadores de Morena y sus aliados, el Partido del Trabajo y el Partido Verde, avalaron por mayoría calificada, con 85 votos a favor, la reforma constitucional con la que el oficialismo quiere reafirmar “la supremacía constitucional y el poder reformador del Congreso”.
La sesión nocturna inició alrededor de las 21:00 horas del jueves 24 de octubre con la presentación de votos particulares de senadores para manifestar sus posturas a favor o en contra de la reforma, sin embargo, hacia la medianoche la oposición inició en el Pleno una protesta con megáfonos y pancartas para acusar a Morena de ser “una dictadura”.
El presidente de la Mesa Directiva del Senado, Gerardo Fernández Noroña, declaró un receso de 10 minutos a las 23:23 horas tras señalar a la oposición de querer “reventar” la sesión, sin embargo, el receso se acortó a cinco minutos y decidió reanudar una sesión clave sobre controversias constitucionales pese a los gritos y desorden en el Pleno.
Ante la imposibilidad de sesionar, los senadores comenzaron a declinar sus participaciones en tribuna y el dictamen se quedó prácticamente sin oradores, por lo que la reforma fue aprobada en fast track en los primeros minutos del viernes 25 de octubre.
Los grupos parlamentarios no pudieron presentar sus posicionamientos y tampoco ocurrió la discusión en lo general y particular que establece el reglamento del Congreso. La supermayoría de Morena aprobó en una hora la reforma constitucional que elimina el control judicial, cuando la sesión habría durado al menos ocho horas.
Con información de: Bloomberg
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