Felipe Morales
Un día como hoy, 7 de noviembre, pero de 1907, sucedió el extraordinario incidente de heroísmo de Jesús García Corona, conocido hoy simplemente como el “Héroe de Nacozari”; personaje olvidado por la mayoría, particularmente porque los ferrocarriles ya han desaparecido como parte del transporte público.
En 1898 llegó el joven Jesús a Nacozari, Sonora, donde aprendió del trabajo en el Taller de Mecánicos como aguador, alcanzando eventualmente la oportunidad de trabajador de vías, controlador de vías y, más tarde, controlador de frenos.
A los 20 años, en 1901, alcanzó el cargo de Ingeniero de Máquinas.
Ese día 7 de noviembre, Jesús García iniciaba sus labores, la locomotora que tenía asignada era la número 2, serían las 6 de la mañana cuando entró a trabajar; ahí se enteró que el maquinista asignado, Albert Biel, un alemán de gran experiencia, estaba enfermo y no iría a trabajar, por lo que a Jesús le tocaba entrar como suplente.
La locomotora tenía un desperfecto y se había reportado, pero aún no se había reparado, soltaba chispas de un contenedor de máquina, pero el trabajo no esperó a esa reparación y así se ejecutó la faena con esa máquina, en sus viajes a distintos puntos de la región. En el último de ellos, la parada fue en una de las minas que cargaría de 4 toneladas de dinamita en 50 furgones, a esa locomotora averiada, e iría de Pilares a Nacozari.
Por error del ingeniero encargado en esa mina ubicada en Pilares, los carros de la dinamita fueron puestos cerca de la máquina y no al final como era requerido. El viento hizo que las chispas del vehículo no reparado alcanzaran a los vagones con el explosivo.
Al llegar a un cambio de vía se enteraron sorprendidos del accidente y del incendio de los carros de dinamita, intentando vanamente en apagarlo. En ese momento Jesús ordenó a sus compañeros que se arrojaran de la máquina.
A las 2:20 se escuchó el estruendo, Nacozari se había salvado de una segura tragedia que solamente dejó de vestigio algunos vidrios rotos y un eco de cerca de 10 kilómetros de radio a decir de los testigos. Jesús contaba 26 años de edad cuando alcanzó la inmortalidad al salvar un pequeño poblado que hoy representa el espíritu de quienes trabajan y han trabajado en los ferrocarriles, declarándose en su memoria hoy, el Día del Ferrocarrilero.
En San Luis Potosí cada año en esta fecha, los rieleros de las secciones de caminos, patios o talleres afiliados a la Sección 24 del Sindicato (STFRM) se reunían en torno al monumento del “Héroe de Nacozari” para rendirle homenaje con ofrendas florales, dicho monumento se encontraba frente al templo del Montecillo, ahora se ubica junto a una de las ruedas de aquella locomotora en la explanada de la Ex Estación hoy Museo del Ferrocarril.