Este 3 de febrero, el Instituto Nacional de Antropología e Historia llega a ocho décadas de labores ininterrumpidas en la salvaguarda de la identidad y memoria histórica de México
Es heredero de una tradición institucional y académica que ha permitido conocer y disfrutar el vasto y diverso patrimonio cultural del país
El 9 de enero de 1932, Alfonso Caso Andrade descubrió la Tumba 7 de Monte Albán, en Oaxaca. Uno de los descubrimiento más espectaculares y ricos en la historia de la arqueología mexicana. Con ayuda de los nuevos avances tecnológicos de la época, el telégrafo y la radio, la noticia se dio a conocer en todo el mundo y la arqueología internacional lo calificó como un éxito.
A partir de ese momento Caso Andrade, eminente abogado, arqueólogo y antropólogo, propuso la creación de una institución que se dedicara, de manera exclusiva y especializada, al resguardo y conservación del patrimonio de ese calibre.