Marcela Loyola
La Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) presentó el Diagnóstico Comunitario Participativo de las Problemáticas que Enfrentan las Mujeres Trans en San Luis Potosí, en el que se hace hincapié en el otorgamiento a las mujeres transgénero del reconocimiento legal a su identidad para evitar la discriminación, el acoso y la violencia que sufren, sobre todo en la calle y en el transporte público.
En la rueda de prensa estuvieron el presidente de la CEDH, Jorge Andrés López Espinosa, la titular del IMES, Erika Velázquez Gutiérrez, el titular de la Comisión Estatal de Atención a Víctimas del Delito, Jorge Vega Arroyo, y mujeres trans que participaron en la elaboración del diagnóstico con la asociación civil “Amigos Potosinos en Lucha Contra el Sida”.
El documento fue sintetizado por Paola Alejandra Pedraza Gómez y Andrés Costilla Castro, quienes establecieron que las mujeres transgénero en su vida cotidiana sufren una serie de expresiones que se traducen en perjuicios, acoso y discriminación, violencia física, verbal, psicológica y sexual en diferentes contextos sociales, lo que provoca miedos ansiedad e inseguridad y suicidio.
Indican que el acoso y la violencia escolar, asociado a la transición de la identidad de género, es una de las principales causas por las cuales los jóvenes transgénero abandonan los estudios, no se les da un trabajo estable y bien remunerado, y antes ni siquiera se les permitía la renta de viviendas y tenían que vivir en comunas.
Además al no contar con un documento jurídico legal que les acredite como mujeres, provoca que servidores públicos y personal de salud los traten como varones, les dan malos tratos y atentan contra su dignidad humana.
Vanesa Irasema Portillo manifestó que debido a todas estas problemáticas que siguen viviendo, es indispensable que en el estado se adapten las leyes y los reglamentos para que puedan acceder a este beneficio.
Otra de las mujeres transgénero, Paola, dijo que también es importante que haya mejor atención a su salud, ya que actualmente tienen un promedio de vida de 40 años porque no hay un tratamiento hormonal adecuado para ellas.