Si el oro ya era precioso, ahora es más asombroso, pues un equipo de investigadores del Laboratorio Nacional Lawrence Livermore y la Carnegie Institution for Science lograron reorganizar los átomos de este elemento químico y su forma sometiéndolo a presiones que sólo pueden encontrarse en el centro de la Tierra, con la ayuda de un láser de alta energía.
Los investigadores pusieron un pequeño trozo de plástico frente a un trozo de oro y luego dispararon el láser de alta energía a través del plástico, que provocó una explosión de ondas de choque en dirección opuesta. Estas ondas golearon el oro y lo hicieron comprimirse y calentarse extremadamente rápido, en nanosegundos.
De acuerdo a Richard Briggs, científico posdoctoral en LLNL y uno de los autores de la investigación, golpearon el oro con rayos X y detectaron dónde rebotaban los rayos X para descubrir su estructura. Esta es “la primera vez que hemos podido alcanzar tales condiciones de alta presión y alta temperatura y mirarlas al mismo tiempo usando rayos X”, dijo Briggs.
Lo que los investigadores descubrieron fue una sorpresa porque el oro generalmente forma una estructura cristalina que los científicos de materiales llaman cúbico centrado en las caras, que es la razón por la cual el oro es utilizado como una especie de “estándar” en experimentos de alta presión para calcular la presión.
Pero cuando Briggs y su equipo comprimieron rápidamente el oro a altas temperaturas, formaron lo que se llama la estructura cúbica centrada en el cuerpo. Esta estructura más abierta empaqueta los átomos en un espacio de una manera menos eficiente, lo que significa que el oro no prefiere estar en esta forma, dijo. En esta nueva estructura los átomos se centran en las esquinas con un con un sólo átomo en medio de la cara.
El hallazgo de que el oro puede formar esta nueva estructura puede cambiar la forma en que los científicos usan el elemento como estándar en experimentos de alta presión, dijo Briggs.
Por Código Espagueti.