Marcela Loyola
El vocero del Arzobispado, Juan Jesús Priego Rivera considero que la violencia en el estado esta imparable, puesto que hace tres semanas fue un sacerdote levantado, amarrado, golpeado y hasta se le robo su vehículo.
Expuso que este hecho ocurrió hace alrededor de tres semanas, cuando el sacerdote iba saliendo de la capital potosina a un municipio cercado de donde es originario, cuando fue interceptado y levantado, y pese a identificarse fue amarrado con mucha violencia y despojado de su vehículo
Dijo que a raíz de estos sucesos la Arquidiócesis instauró un protocolo de seguridad porque a veces son requeridos a media noche o en la madrugada para atender a un enfermo, también solicitó que cuando una persona necesite los sacramentos, ojala les puedan hablar de día porque de noche es inseguro salir.
“La violencia es algo que está resultando imparable, y es una de las grandes preocupaciones, (…) la seguridad sigue siendo una tarea pendiente en San Luis Potosí”, lamentó.
Priego Rivera manifestó que ya se interpuso una denuncia penal por este hecho violento y de robo, por lo que no dio más detalles sobre este asunto que afecto al sacerdote antes mencionado.
Agregó que hace apenas 15 días fue víctima de un intento de extorsión vía telefónica, por lo que pidió a los potosinos que cuando les hablen por teléfono no den datos personales porque estos los aprovechan para extorsionar.