Francia realizó la subasta de piezas prehispánicas mexicanas, pese a la oposición de México; la cifra recaudada alcanza los 1.2 millones de euros.
La subasta de arte precolombino que México intentó frenar en Francia, al considerar que la mayoría de sus piezas pertenecen al patrimonio cultural de nuestro país, alcanzó este miércoles 1.2 millones de euros.
Su salida al mercado en París había enfrentado a las autoridades mexicanas y a la casa organizadora, Millon, que defendió la autenticidad y legalidad de los bienes ofrecidos y se negó a paralizar la venta.
En total 130 lotes, la mayoría de los cuales 95 eran propiedad del matrimonio de coleccionistas Manichak y Jean Aurance, que consiguieron vender el 93% por 860 mil euros (casi 18.5 millones de pesos)
Su estatuilla de la diosa del agua “Chalchihutlicue”, elaborada con piedra volcánica, fue la pieza más preciada de esa colección y alcanzó los 377 mil euros (más de ocho millones de pesos), frente a los entre 40 mil y 60 mil euros (más de 856 mil pesos y 1.2 millones de pesos) de precio estimado antes de la venta.
Igualmente destacable fue la figura de la diosa de la fertilidad y de la tierra “Coatlicue”, vendida por 97 mil 500 euros (más de dos millones de pesos) , fabricada igualmente con piedra volcánica, y que, según Drouot la casa en la que tuvo lugar la subasta, probablemente se encontraba en su origen en un templo de la ciudad de Tenochtitlán.
Las autoridades mexicanas habían solicitado la anulación de la venta “como un primer paso para entablar a partir de ahí un diálogo que permitiera la restitución de las piezas a su legítimo propietario, que no es otro que México”, dijo este miércoles el embajador de nuestro país en Francia, Juan Manuel Gómez-Robledo.
Igualmente destacable fue la figura de la diosa de la fertilidad y de la tierra “Coatlicue”, vendida por 97 mil 500 euros (más de dos millones de pesos) , fabricada igualmente con piedra volcánica, y que, según Drouot la casa en la que tuvo lugar la subasta, probablemente se encontraba en su origen en un templo de la ciudad de Tenochtitlán.
Las autoridades mexicanas habían solicitado la anulación de la venta “como un primer paso para entablar a partir de ahí un diálogo que permitiera la restitución de las piezas a su legítimo propietario, que no es otro que México”, dijo este miércoles el embajador de nuestro país en Francia, Juan Manuel Gómez-Robledo.
Con esa medida, México buscaba solicitar que se verificara si la Interpol tenía registrado algunos de esos bienes como robados, que se detuviera la subasta y Francia se aplicara a petición de México el derecho mexicano en este caso.
Hemos hecho todas las gestiones de rigor, habiéndonos dirigido por supuesto a la casa de subastas en primer lugar”, destacó el embajador, que lamentó la venta pública de ese tipo de objetos porque, a su juicio, “buena parte del mercado lo alimentan las excavaciones ilícitas”.
El peritaje efectuado a las piezas del catálogo determinó, según Gómez-Robledo, que 95 proceden del patrimonio cultural mexicano, en concreto de Teotihuacán, Guerrero, Oaxaca y diversos estados del sureste de México, región de la cultura olmeca y maya.
La casa Millon, sin embargo, fue tajante a la hora de mantener la subasta, y su presidente, Alexandre Millon, reiteró este miércoles que tanto la Oficina Central de Bienes Culturales de Francia como el servicio de Aduanas han intervenido para controlar su regularidad.
No nos corresponde juzgar la historia ni la legitimidad de las reivindicaciones, ni la moral en general, más allá del prisma de un marco estrictamente jurídico”, apuntó el presidente, que celebró haber podido seguir adelante con la subasta y había advertido que si se anulaba reclamaría el perjuicio causado.
Con Información de EFE