Los juguetes sexuales creados por hombres suelen ser diseñados con la idea, a menudo equivocada, que se hacen los hombres de lo que satisface sexualmente a las mujeres, explica Stephanie Alys, cofundadora de MysteryVibe, diseñadora de un vibrador llamado Crescendo.
“Por este motivo, hay muchas mujeres que crean los productos que desean para ellas mismas”, aseguró Alys a AFP durante el Web Summit, la feria anual de la economía digital, que reúne a miles de empresarios e inversores y que se celebró en Lisboa.
A diferencia de la mayoría de vibradores que imitan la forma del sexo masculino, el Crescendo es flexible para ajustarse mejor a la forma de la vagina y vibra en diferentes puntos.
Puede conectarse a una aplicación que modula el ritmo de vibraciones y que fue descargada por 500 mil personas, explica Alys, que coordina “un colectivo de empresarias de la industria sextech formado por unas 50 de mujeres en Londres”. La empresa londinense MysteryVibe ya causó sensación con la presentación de su primer vibrador tecnológico, que la usuaria puede controlar con una aplicación móvil. Cubierto de terciopelo, este objeto sexual es maleable y dispone de seis motores vibradores, uno de ellos en la punta.
Dame Products, una empresa creada en Nueva York por dos mujeres, creó el pequeño Fin, que puede sujetarse entre dos dedos, o el Eva, que “se sustenta en los labios genitales”, afirma Alexandra Fine, cofundadora de Dame Products.