Arcelia Velázquez
La denuncia de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí por las pintas realizadas por feministas en el Edificio Central, “es una expresión de odio hacia las mujeres y de intolerancia ante las manifestaciones de indignación que nace en las víctimas por el acoso y violencia sexual auspiciado por la propia institución que no actúa ni brinda seguridad”.
Así se manifestó la activista Marcela García Vázquez, quien a partir de la próxima semana fungirá como consejera del Instituto Nacional de las Mujeres, en entrevista dejó entrever la falta de orden y de liderazgo en la UASLP para evitar que la problemática alcanzara los niveles actuales.
“La violencia contra las mujeres no se resuelve utilizando la fuerza del Estado y sus mecanismos desgastados de control social”, acotó.
García Vázquez dijo que es muy grave que ocurra esto en una institución que se supone debería formas a las y los profesionistas con sentido ético y de respeto a los derechos humanos de todas las personas, pero fundamentalmente de las mujeres en este momento social que se vive por la agudización de la violencia contra ellas.
Advirtió que “si tocan a una, nos tocan a todas”, y UASLP debió analizar muy bien la posibilidad de una denuncia antes de presentarla, es probable que la comunidad feminista no se quede de brazos cruzados.