Los países de América Latina han fracasado en el combate a la pobreza extrema, el porcentaje de la población en esa situación se mantuvo en 10.2 por ciento en 2018, el mismo nivel que en 2017 y el más alto desde 2008, según cifras de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
“Aun cuando la región logró importantes avances entre la década pasada y mediados de la presente, desde 2015 se han registrado retrocesos, particularmente en materia de pobreza extrema”, alertó este martes Alicia Bárcena, quien, de cara a los desafíos que se enfrentan, llamó a impulsar políticas públicas complementarias de protección social e inclusión laboral y redistributivas en materia de ingresos.
El informe Panorama Social de América Latina 2018 presentado este martes por la Secretaria Ejecutiva del organismo regional de las Naciones Unidas, en conferencia de prensa en Santiago, Chile y transmitido vía web, advierte que la población en situación de pobreza extrema continuó creciendo, siguiendo la tendencia observada desde 2015 en la región.
En 2017, el número de personas viviendo en la pobreza llegó a 184 millones, equivalente al 30.2 por ciento de la población, de los cuales 62 millones se encontraban en la extrema pobreza, el 10.2 por ciento de la población, el porcentaje más alto desde 2008, de acuerdo con el informe.
Según las proyecciones de la Cepal, en 2018 la pobreza bajaría a 29.6 por ciento de la población, lo que equivale a 182 millones de personas, dos millones menos que en 2017, mientras que la tasa de pobreza extrema se mantendría en 10.2 por ciento, es decir, 63 millones de personas, un millón más que en 2017.
Al analizar los países con mayores reducciones de la pobreza en el período entre 2012 y 2017, se observa que en Chile, El Salvador y República Dominicana el aumento de los ingresos laborales en los hogares de menores recursos fue la fuente que más contribuyó a esa disminución, mientras que en Costa Rica, Panamá y Uruguay el principal factor fueron las pensiones y transferencias recibidas por los hogares de menores recursos.
“Esto corrobora la importancia de dotar de más recursos a la población en situación de pobreza, combinando el fortalecimiento de los ingresos laborales con la provisión de transferencias públicas y el fortalecimiento de los sistemas de protección social”, señaló la Comisión.
Debido a la actualización, en 2015, de la metodología utilizada por la Cepal para medir la pobreza monetaria, y a las posteriores revisiones realizadas por el organismo, las cifras incluidas en esta edición del Panorama Social difieren de las divulgadas en el último informe publicado en diciembre de 2017 y en anteriores.
Con información de El Financiero.