Una red de trata de personas especializada en secuestro de estudiantes universitarias y de bachillerato operó durante meses en Chilpancingo con la colaboración de un funcionario administrativo de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAGRO), al parecer como encargado de detectar posibles víctimas para secuestrarlas y explotarlas en la industria sexual.
Al menos media docena de mujeres fueron esclavizadas por esta célula criminal, descubierta el pasado 18 de enero cuando Gloria “N”, una de las víctimas, logró escapar de la casa de seguridad en la que había estado recluida contra su voluntad.
Tras recibir la denuncia, elementos del Ejército Mexicano y policías estatales y municipales acudieron al domicilio, ubicado al oriente de la capital. Ahí, en un operativo relámpago, liberaron a otras cinco mujeres, tres de ellas menores de edad.
Al interior, de acuerdo a Edgar Caín Pérez, titular de la Policía Municipal de Chilpancingo, fueron hallados equipos de grabación y medicamentos, utilizados para mantener sedadas a las mujeres, a las que se obligaba a grabar videos pornográficos. Todas declararon ante el Ministerio Público que también habían sido forzadas a prostituirse.
La clave en el caso fue el escape de Gloria, una de las estudiantes, quien logró llegar a una estación de la policía municipal para pedir auxilio.
“Se requirieron algunos datos a la niña y ella nos dio la calle, el número y nos describió el lugar, luego la mandamos a un área segura de trabajo Social de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP)”, dijo Pérez. Mientras la FGE obtenía una orden de cateo, policías del municipio, estatales y militares cerraron varias calles aledañas al domicilio indicado.
“En ese lugar había muchas damas, ellas explican en su declaración que fueron engañadas y sometidas”, agregó.
Hasta el momento ha sido detenida solo una persona, Lorenzo “N”, quien se desempeñaba como trabajador administrativo en la Licenciatura en Gobierno y Gestión Pública de la UAGRO, desde donde tenía acceso a las fichas de cientos de estudiantes. La Fiscalía General del estado confirmó que ya se investiga el papel que jugaba en la organización y las autoridades de la universidad se dijeron dispuestas a colaborar en el caso.
“Si este joven incurrió en alguna ilegalidad, que se le investigue”, dijo el rector de la UAGRO, Javier Saldaña. Confirmó que una de las estudiantes liberadas cursaba la licenciatura en la universidad, mientras que otras cinco estudian en distintos bachilleratos de la ciudad, de donde fueron secuestradas en las últimas semanas.
Al mismo tiempo, la Fiscalía del estado investiga si la desaparición de Unali Monserrath Nava Landín, otra ex estudiante de la UAGRO, está vinculada a la red de trata. Se le reportó como desaparecida el pasado 15 de enero. Un elemento ha sido tomado como de particular interés por la Fiscalía: estudiaba la licenciatura de Gestión Pública, en la que laboraba Lorenzo “N”, presunto responsable de la red de trata.
Con información de Milenio.