Los salvadoreños votaban el domingo en unas elecciones presidenciales a las que el joven exalcalde Nayib Bukele llegaba como amplio favorito para llevarse el triunfo en primera vuelta y romper con tres décadas de bipartidismo, con su oferta de combatir la corrupción, la violencia y la pobreza.
El izquierdista Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), donde milita el actual mandatario Salvador Sánchez Cerén, y su rival, la conservadora Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), se han alternado la presidencia del empobrecido y pequeño país centroamericano desde 1989.
Sin embargo, la mayoría de encuestas muestran que Bukele, un empresario y exalcalde capitalino de 37 años, tiene más de 20 puntos porcentuales de ventaja sobre su escolta más cercano y pronostican que se convertirá en el presidente más joven en la historia reciente del país.
Bukele debe conseguir más del 50% de los votos el domingo, donde unos 5.3 millones de salvadoreños están llamados a votar, para evitar el balotaje del 10 de marzo.
“Hay que darles oportunidad a otros partidos porque los que han estado hasta ahora no han servido para nada”, dijo Carlos González, un motorista de 28 años, en el municipio Nuevo Cuscatlán, donde Bukele inició su carrera política en 2012, cuando ganó la alcaldía de la mano del FMLN.
Tras su paso por la alcaldía de San Salvador, Bukele fue expulsado en 2017 del FMLN, por lo que se postuló para las presidenciales como abanderado de la derechista Gran Alianza para la Unidad Nacional (GANA).
A pesar de ello, se define como “una persona de izquierda” y ha calificado a los líderes de Venezuela y Nicaragua como “dictadores”.
Descendiente de palestinos, Bukele ha sabido capitalizar el descontento hacia los dos partidos tradicionales con la promesa de desterrar la corrupción, encarar la violencia y combatir la pobreza.
Pero hay quienes dudan que Bukele logre impulsar muchos de sus planes en el Congreso, donde GANA y sus aliados sólo cuentan con 11 de un total de 84 escaños.
“Eso puede complicar mucho su trabajo”, comentó Germán Morales, un constructor de 39 años, quien dijo que piensa votar por el abanderado de ARENA, el empresario Carlos Calleja, quien ocupa el segundo lugar de las preferencias, con sus promesas de generar inversiones y empleos para frenar la migración a Estados Unidos, donde vive uno de cada cuatro salvadoreños.
El candidato oficialista, el excanciller Hugo Martínez, se ubica en un lejano tercer lugar, lo que terminaría con una década del FMLN en el poder
Las mesas electorales permanecerán abiertas hasta las 17.00 hora local (2300 GMT) y se esperan los primeros resultados oficiales unas horas después.
El próximo presidente de El Salvador, que asumirá en junio para un período de cinco años, tendrá que hacer frente a las políticas antimigratorias del presidente estadounidense Donald Trump y heredará un país con un menguante crecimiento económico, y con una de las tasas más altas de homicidios del planeta.
Con información de Forbes