A un año del asesinato de los sacerdotes Iván Añorve Jaimes y Germaín Muñiz García en la carretera Taxco-Guerrero, la iglesia católica exigió el esclarecimiento de los hechos.
A través de un comunicado, el arzobispado de Acapulco y la Diócesis Chilpancingo-Chilapa demandaron justicia para los dos presbíteros asesinados la madrugada del lunes 05 de febrero de 2018 en la carretera federal, cuando regresaban del festejo de la Candelaria en la comunidad de Juliantla.
Ratificaron que los sacerdotes asesinados “nunca estuvieron vinculados a ningún grupo delictivo, en ningún lugar”, como se acusó en un inicio. Asimismo, la iglesia católica exigió que sin poner en riesgo los procesos de investigación, la Fiscalía del estado informe a la comunidad sobre los avances en la identificación y búsqueda de los criminales que asesinaron a los sacerdotes.
“El pueblo necesita saber que las autoridades e instituciones responsables de la seguridad e impartición de justicia están trabajando para protegerlo y cuidarlo, así como estar seguros que la impunidad, ya no es una constante en la impartición de justicia y atención e investigación de los delitos”, apunta el documento difundido por el arzobispado y el obispado.
Por ello exigió que las autoridades presenten un informe sobre la situación que guarda la investigación, además de darle celeridad a los procesos en contra de los responsables. También hicieron un llamado a los delincuentes a “recapacitar” y dejar de hacer el mal.
“Dios Padre los ama mucho. Hacemos un llamado a la conversión a nuestros hermanos que con sus crímenes y delitos siembran tanto dolor y muerte.
Conviértanse al Señor que nunca deja de amarnos. Dejen de hacer el mal”, se lee en el documento. Los obispos pidieron a las autoridades que también se esclarezcan todos los crímenes cometidos en el estado y a trabajar para construir “un ambiente de paz, tranquilidad y seguridad”.