El presidente de Argelia, Abdelaziz Bouteflika, renunció el martes tras 20 años en el poder y después de 6 semanas de protestas multitudinarias que exigían su renuncia y la de sus allegados, para crear una verdadera democracia en la nación.
El anuncio se produjo luego de un llamado por parte del jefe del Ejército para que Bouteflika, de 82 años, cediera de inmediato.
Por el momento no se dio a conocer quién asumiría la presidencia. De acuerdo con la Constitución del país, el presidente de la Cámara alta, el Consejo de la Nación, fungirá como presidente interino por un máximo de 90 días mientras se convocan elecciones.
Bouteflika había notificado al Consejo Constitucional su decisión de poner fin a su mandato.
La víspera, Bouteflika había anunciado que renunciaría para el 28 de abril, cuando concluye oficialmente su cuarto mandato como presidente, pero no sin antes hacer cambios importantes, lo que avivó temores de que su séquito haría todo lo posible para preservar los intereses de aquellos que se vieron beneficiados de su periodo como dirigente del país.
Tampoco hubo comentarios de la comitiva presidencial, incluido el hermano menor del mandatario, Said Bouteflika, quien fungió como consejero y fue culpado por los manifestantes de la corrupción en el país, el cual es rico en gas, pero también tiene una alta tasa de desempleo y una amplia brecha entre ricos y pobres.
El líder del Ejército, el general Ahmed Gaid Salah, había convocado el mismo martes a una reunión de los altos mandos militares, dejando claro que el llamado para la renuncia de Bouteflika tenía el apoyo de las fuerzas armadas, una de las más importantes del continente africano.
El comunicado del Ministerio de Defensa se refirió al séquito del mandatario como una pandilla y dijo que había hecho del fraude, la malversación y la duplicidad, su vocación.
Con Información de: Informador