El incendio que arrasó el área cercana a la biósfera de Los Petenes en Campeche, consumió 500 hectáreas, pero no afectó seriamente a la zona de manglares.
Según César Uriel Romero Herrera, director del programa Reserva de Biósfera de Los Petenes de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), los daños al manglar se limitaron a hojas y ramas, ya que los humedales costeros y el lodo impidieron el paso del fuego.
Romero Herrera, dijo que lo que el fuego afectó se limitó a plantas y pastizal que se encontraba en terreno secos, pero no destruyó ni un solo árbol o planta.
Entrevistado en los terrenos cercanos donde ocurrió el incendio, el director dijo que los siniestros que se presentan en la región han devastado miles de hectáreas en el país son causadas por irresponsabilidad de personas vinculadas con actividades agropecuarias, pero sobre todo al clima extremo que se padece, lo que ha causado una extensa sequía a nivel nacional.
Explicó que los climas extremos como lluvias y vientos fuertes, ciclones y frentes fríos, ocasionan la caída de los árboles en los campos mexicanos y Campeche no es la excepción y al presentarse sequías como la que ahora se padece en México, todos esos árboles se convierten en combustible, “un verdadero barril de pólvora” que espera su tiempo para prender fuego.
Y si a eso aunamos que los productores agropecuarios no cumplen con las normas al realizar sus llamadas quemas, el fuego crece, se extiende y causa como ya vimos, daños severos a los campos, subrayó.
“No se les puede impedir a los campesinos hacer fuego, porque el fuego es una herramienta que los ayuda en sus actividades, pero si se les debería exigir hacerlo de manera responsable”.
Con información de El Financiero.