Están dadas las condiciones para que el Congreso del Estado y la sociedad potosina se polaricen por las iniciativas de Morena y el Partido del Trabajo del matrimonio igualitario (gay) y la despenalización del aborto, temas que pronto serán dictaminados y votados por el pleno legislativo.
A través de las redes sociales una decena de organizaciones de corte conservador, de moderadas a ultras, articuladas por el Frente Nacional por la Familia y el Arzobispado de San Luis Potosí, hicieron circular un pronunciamiento en el que de entrada reconocen a los diputados y diputadas que están a favor de la vida y del matrimonio tradicional, en referencia a la bancada del PAN principalmente.
Pero exageran y mienten cuando plantean que contra esos legisladores hay un “clima de intolerancia y manipulación que pretende descalificar y estigmatizar a quienes legítimamente sostenemos esas convicciones. Sepan bien que no están solos. Que cuentan con el total respaldo de la inmensa mayoría de la sociedad potosina que se construyó, se fortalece y se sostiene sobre dos valores humanos, sin los cuales, nuestra vida comunitaria ni siquiera existiría: la familia y la vida”.
Nadie ha recriminado u hostigado a los panistas por defender sus posturas en ambos temas, tampoco la “inmensa mayoría” está en contra de que se legalice el aborto y el matrimonio gay, hay amplios sectores de potosinos a favor de que las mujeres decidan sobre su cuerpo y que los homosexuales se puedan casar.
Las posturas de cada bando son claras: para los conservadores esas iniciativas son aberraciones y para los liberales son derechos que se deben reconocer; por lo que en los próximos días veremos hacía donde se inclina la mayoría del Congreso del Estado.
La mayoría de los que suscriben el pronunciamiento son los mismos membretes que hace unos dos años publicaron un desplegado en contra de la corrupción de la pasada legislatura y el caso de la “ecuación corrupta”, en su mayoría son afines al PAN y profesan la fe católica, además en marzo pasado un grupo de panistas encabezados por el dirigente Juan Francisco Aguilar se reunieron con el arzobispo Cabrero para afinar las estrategias contra los que promueven “la muerte y la degeneración sexual”.
Además del Frente Nacional por la Familia, está el Consejo Coordinador Ciudadano, ambos encabezados a nivel local por una misma persona: Juan Carlos Torres García; Empresarios por la Vida, Jóvenes por la Vida, Universidad San Pablo, Unión Social de Empresarios de México, Consejo Mexicano de la Familia, Pasos por la Familia, Movimiento Familiar Cristiano, Pastoral Familiar de la Arquidiócesis de San Luis Potosí, Derechos del Concebido, A.C., Universidad Vasco De Quiroga (al parecer propiedad de Francisco Salazar Sáenz, miembro del Yunque), Cofraternidad de Ministros Evangélicos, Acción Por Derechos Humanos, Seguridad, Justicia y Paz, entre otras.
El documento que hicieron circular sube de tono al tachar de plagios las iniciativas de Morena y PT porque “ya fueron rechazadas en la anterior legislatura y a las que no les movieron ni una coma para volver a promoverlas”.
Se erigen en tribunal al considerar que los de Morena y PT “se ostenten como representantes populares, pero que promuevan iniciativas ajenas al interés de sus representados y contrarias a los valores en los que creemos la inmensa mayoría de los potosinos”.
Y los rematan al señalar que “los problemas de San Luis Potosí son tan grandes y necesitan un Congreso ocupado de darle soluciones, deploramos que algunos diputados vivan de espaldas a esa realidad y solo se dediquen a defender la agenda política de algunos grupos minoritarios de la sociedad”.
No reconocen que Morena y sus aliados son mayoría y el PAN es la primera minoría, así lo decidieron los electores el pasado 1º de julio, aunque ciertamente los seguidores de AMLO no tienen la mayoría calificada y no está asegurada la aprobación del aborto y el matrimonio gay, los otros partidos como el PRI, PVEM, Nueva Alianza, MC e incluso el evangelista PES (su diputado Mario Lárraga ya manifestó su repudio al matrimonio entre homosexuales), votarían en contra. (Javier Padrón)