Juan Guaidó, reconocido como presidente interino de Venezuela por más de 50 países, sorprendió ayer a los cientos de manifestantes reunidos en Caracas, quienes se mantienen a su lado desde el primer día de desafío contra el mandatario venezolano Nicolás Maduro.
El presidente encargado les aseguró que la diplomacia china le había comunicado que “se aproxima una solución a través del Grupo de Contacto”, recalcando que “es un logro de la lucha de calle”.
La reaparición del gobierno chino llega en medio de la persecución y hostigamiento de la revolución contra los diputados del Parlamento democrático, que amenaza con dejar sin quórum la sesión del martes que viene.
El Grupo de Contacto, conformado por la Unión Europea y varios países latinoamericanos, busca desde hace meses una solución negociada entre las partes que desemboque en unas elecciones democráticas y libres. Solución que en absoluto interesa a Maduro, quien cuenta con el 12% de apoyo popular, mientras Guaidó mantiene 60%.
Presionado por los más radicales de la oposición, Guaidó pidió ayer a su representante diplomático en EU, Carlos Vecchio, reunirse con el Comando Sur de ese país para coordinar una posible cooperación ante la crisis. También, el líder opositor llamó ayer a protestar en toda Venezuela frente a la arremetida del oficialismo contra el Parlamento opositor tras el fallido alzamiento militar que buscaba sacar a Nicolás Maduro del poder.
En la convocatoria faltaron varios diputados, uno de ellos, el vicepresidente primero Édgar Zambrano, quien está tras rejas.
“Lo único que hoy construye este régimen son cárceles”, destacó Guaidó, haciéndose eco de las mazmorras de alta seguridad que la revolución ha levantado dentro del cuartel militar de Fuerte Tiuna.
Allí ya se encuentra recluido Zambrano, al igual que el general retirado Miguel Rodríguez Torres, el general Raúl Isaías Baduel y el capitán rebelde Juan Carlos Caguaripano.
Cuatro parlamentarios han escapado de la persecución chavista, tres refugiados en embajadas en Caracas y uno, Luis Florido, quien el viernes cruzó la frontera con Colombia.
Otros cinco se encuentran escondidos del poder revolucionario, que ayer alargó la campaña orquestada de pintadas amenazantes contra los propios parlamentarios, dirigentes de la Unidad Democrática y organizaciones civiles.
Con Información de: Milenio