El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, sigue elaborando su polémico plan de gobierno contra la inseguridad en el país, pues ahora propuso exculpar a toda persona que mate a un delincuente, algo que le acarreó una ola de críticas.
En concreto, Bolsonaro dijo que los asesinos de ladrones no serían juzgados, algo que desató un mundo de críticas al presidente. “Lo que yo quiero dar es el excluyente de ilicitud, no sólo a la Policía, sino a usted también”, aseguró el mandatario. Esta no es la primera ocasión en que el ejecutivo realiza un comentario tan polémico, pues el mandatario había señalado que todo ciudadano en áreas rurales que dispararan contra invasores de sus propiedades también serían exculpados.
Luego de haber implementado mediante decreto la flexibilización en el porte de armas, las cuales eran de uso exclusivo de las fuerzas armadas y de la policía, Bolsonaro firmó un decreto de posesión de armas para que los ciudadanos accedan a ellas. Según la nueva definición de la ley, las armas cortas, como las pistolas calibre .40, .45 y 9mm, pueden ser compradas y portadas por los ciudadanos que tengan el permiso de portación.
Un día después de que Bolsonaro firmara su decreto, acompañado de legisladores que simularon tener pistolas en las manos en señal de apoyo, el partido Red de Sustentabilidad presentó una petición ante el Supremo Tribunal Federal.
El partido político argumentó que el decreto constituye un “abuso de la autoridad reguladora del ejecutivo” y que debería haberse sometido al escrutinio del Congreso.
Agregó que la constitución brasileña prevé que le corresponde al Congreso legislar sobre la posesión, portación y registro de las armas de fuego. Tras la inconformidad, la jueza Rosa Weber, del Supremo Tribunal Federal, dio al mandatario y a su Ministerio de Justicia un plazo de cinco días para que respondan a lo dicho por la oposición de que el reciente decreto de posesión de armas es inconstitucional.
Weber dijo que necesitaba más información antes de que pudiera emitir un fallo sobre la legalidad del decreto. El mandatario, ex capitán del ejército y legislador durante 27 años, se ha opuesto desde hace mucho tiempo al Estatuto de Desarme de 2003, que estableció 25 años cómo la edad mínima para poseer un arma, así como revisiones obligatorias de antecedentes y el requisito de renovación de la licencia respectiva cada cinco años.
Cuando fue legislador, Bolsonaro formó parte del grupo favorable a las armas conocido como “la bancada de las balas”. En 2017, el año con más homicidios en la historia de Brasil, 63 mil 880 personas fueron asesinadas en el país, según el Foro de Seguridad Pública Brasileña, un grupo de expertos.