Felipe Morales
Con gran éxito se celebró la función de lucha libre organizada con motivo de las fiestas patronales de María Auxiliadora y como desde hace 21 años a cargo del gladiador Coyote Azul y su familia.
Una tarde-noche llena de emociones que de forma gratuita gozaron cientos de aficionados que abarrotaron las inmediaciones del ring colocado en la calle, cruce de las arterias Espinoza y Cuevas con León García.
Ahí hubo de todo en una de las expresiones de la cultura popular más arraigadas del país, la lucha libre; enmascarados, luchadores y luchadoras, lucha aérea con lances suicidas y humanidades que rebotaban en el duro concreto de la calle, público eufórico, afortunado el que llegó temprano y aseguró la comodidad de una silla; el resto, a soportar de pié la larga función de siete contiendas y muchos ingredientes.
Homenajes, entrega de reconocimientos, la lucha por la Copa Dinastía de Plata que se instituyó hace cinco años, en fin, una tarde-noche que queda para el recuerdo.
Se rindió homenaje a la memoria del luchador Potosino Vaquero de Texas, que resultó emotivo y en el que tomaron parte la familia del luchador, los organizadores y las estrellas invitadas Dark Escoria, Cuervo y Espíritu.
SUPER ÑOÑO GANÓ LA COPA DINASTÍA DE PLATA
El corpulento pero simpático luchador quien pese al tonelaje posee cualidades aéreas, Super Ñoño, a quien la afición conoce además como Dannys Boy logró adjudicarse la Copa “Dinastía de Plata” ganó la ansiada copa tras eliminar paulatinamente a doce rivales como Aster Boy, Amnesia, Meteoro, Ángel Real, Heredero, Ángel Negro, Black Panther etc.
Otros reconocimientos fueron entregados a personalidades de la lucha potosina como Zobiek, Cachorro, Trébol Negro y Halcón Potosino; este último con el gran de talle de devolverle a Coyote Azul la máscara que hace décadas le arrebatara en una cruenta batalla; el padre de la Dinastía Azul emocionado volvió a tener en sus manos aquella capucha que apostó apenas a un año de convertirse en profesional.
Así se desarrolló la prolongada pero emocionante función del “Coyote Azul” que cumplió con su cometido continuar con una tradición del Barrio de San Miguelito de la capital potosina.
