Marcela Loyola
El “Diagnóstico sobre Tipos y Modalidades de Violencia contra las Mujeres en el Estado de San Luis Potosí” reveló que hasta el 73 por ciento han sufrido algún tipo de violencia, y los municipios con mayor problemática son los de Ciudad Valles, Matehuala, San Luis Potosí, Soledad de Graciano Sánchez, Tamazunchale y Tamuín.
Este diagnóstico fue realizado por investigadoras del Laboratorio de Investigación: Género, Interculturalidad y Derechos Humanos del Colegio de San Luis, como Oresta López Pérez, y se obtuvieron los resultados al aplicar mil 67 encuestas en las cuatro zonas del estado, lo que reveló que la violencia emocional y psicológica es la que mayor sufren las mujeres, pues el 72.9 por ciento de las encuestadas la refirió.
La sigue la sexual, con 64.9 por ciento, la física, con 60.1 por ciento y las económicas, con 5.2 por ciento, y hasta el final se encuentra la obstétrica, con 30.1 por ciento.
Además, el 65.3 por ciento de las mujeres refirieron que han vivido violencia de la pareja: 57.2 por ciento de la comunidad; 47.6 por ciento en el ámbito familiar; 42.3 por ciento en el laboral y 30.1 por ciento en el escolar.
Entre los principales tipos de violencia física, se encuentran los pellizcos, jalones de cabello, empujones, jaloneo, abofeteadas o que les avienten algún objeto; en segundo lugar, se encuentran patadas o golpes con el puño; y finalmente, que las atan o agreden con cuchillo, navaja o un arma de fuego; la violencia física en su mayoría la ejerce la pareja sentimental.
En el caso de la violencia psicológica y emocional, la mayoría de las agresiones son ofensas o humillaciones, ya que sólo por el hecho de ser mujeres las quieren hacer sentir menos o mal; y hasta han recibido comentarios acerca de que las mujeres no deberían de estudiar; estos comentarios, en su mayoría, son realizados por familiares, vecinos y hasta desconocidos.
En cuanto a la violencia sexual, han sido víctimas de mensajes y comentarios con insinuaciones sexuales, insultos u ofensas por el celular, correo electrónico o las redes sociales; también han sido víctimas de manoseo, tocamiento, besos, arrimones o que se les encimen sin su consentimiento.
Han recibido piropos groseros u ofensivos de tipo sexual o sobre su cuerpo, y hasta algunas personas les ha mostrado sus partes íntimas o se manosean frente a ellas; la mayoría de este tipo de violencia se ejerce por parte de desconocidos.
Ante los resultados de este diagnóstico, se pide que a las víctimas se les brinde atención integral con sus hijas e hijos en refugios especializados, que sean valoradas y educadas libres de estereotipos de comportamiento y prácticas sociales y culturales basadas en conceptos de inferioridad o subordinación; y sobre todo no ser revictimizadas.
Alertan de que los perfiles de los agresores están adquiriendo mayor complejidad y peligrosidad, dado el consumo de sustancias psicoactivas y la pertenencia a grupos de la delincuencia organizada, por lo que piden atención integral con las propuestas que se han dado al respecto, las cuales no se están poniendo en práctica.
Solicitan que haya un refugio que garantice y salvaguarde a las mujeres en la región huasteca, ya que los actuales no resultan accesibles para las mujeres de este zona.