Este 29 de julio se cumplen 129 años desde que el holandés, Vincent Van Gogh, se quitó la vida con un tiro en el pecho luego de apenas seis años como pintor incomprendido.
Vincent Van Gogh nació el 30 de marzo de 1853 en Zundert (Países Bajos) y fue hijo de un pastor protestante. Durante su infancia sufrió por haber sido el sustituto de un hermano que nació muerto justo el mismo día, pero un año antes que él, y al que también habían llamado Vincent. El pequeño Vincent fue un niño solitario y asistió a la escuela de manera muy irregular hasta que la abandonó definitivamente a los quince años. De adolescente desarrolló un carácter muy difícil y una personalidad cambiante e inestable. Años mas tarde, Van Gogh comentaría sobre su juventud: “Mi juventud fue triste, fría y estéril”.
De acuerdo con el Museo Van Gogh, ubicado en Ámsterdam, Holanda. Vincent se quitó la vida debido a que no podía continuar con las inmensas demandas que se hacía a sí mismo, su trabajo obsesivo, su enfermedad mental y, no menos importante, su relación cambiante con su hermano, Theo, quien lo apoyó hasta el final.
“Vincent sintió que había fallado como artista y como ser humano”, escribió el museo, en un artículo dedicado al pintor plástico.
Van Gogh, dejó la clínica en Sant-Rémy en mayo de 1890, con la esperanza de poder vivir independientemente con su enfermedad mental que no pudieron diagnosticar y que le provocaba alucinaciones, intensa confusión y epilepsia. Encontró cierta paz en el pueblo de Auvers-sur-Oise, cerca de París, donde pronto comenzó a pintar una vez más. Sin embargo, dos meses después, no pudo más y se pegó el tiro en el pecho, no sin antes escribir la última carta a Theo que aparece manchada de sangre.
“Ah, bueno, arriesgo mi vida por mi propio trabajo y mi razón ha fracasado a medias (..) Pero qué puedes hacer…”, dijo el pintor en la última frase de la carta incompleta.
Luego de que Theo fue informado del hecho, se apresuró desde París hasta la cama de Vincent, donde permaneció hasta que su hermano murió la noche siguiente.
“Vincent se sintió profundamente amenazado por el plan de Theo de abrir un concesionario de arte propio. Además de la sensación general de fracaso del pintor, significaba que su futuro ahora era incierto; su hermano sería menos capaz de cuidarlo. Al final, sólo pudo ver una salida”, agregó el museo.
El día después de su muerte, el cuerpo de Vincent yacía en la habitación del ático mientras el carpintero local construía un ataúd.
Posteriormente, Theo y sus amigos decoraron la sala del pintor con una selección de sus propias obras. La primera tumba de Vincent estaba ubicada cerca de la entrada del cementerio de Auvers; sus restos fueron trasladados en 1905.
Cuando Theo murió (en 1891), sus restos fueron colocados junto a los de Vincent, pero hasta 1914.
La Oreja de Van Gogh
La tensión causada por la amenaza de partida de su compañero Guaguin se desbordó el 23 de diciembre de 1888, cuando Vincent, durante una acalorada discusión, se agitó y se cortó la oreja, que luego regaló a una prostituta amiga suya. El pintor tuvo que ser hospitalizado en Arles.
Para Saber
El Museo Van Gogh actualmente expone “Van Gogh y los Girasoles” donde presenta a los asistentes todo sobre los “girasoles” que pintó Vincent, con su significado y su preservación de manera óptima.
La muestra está abierta al público desde el 21 de junio hasta el 1 de septiembre de 2019.
“Girasoles”, pintada por Van Gogh en 1889, es una de las pinturas más famosas del artista con cinco versiones. Se han realizado muchas investigaciones sobre la pintura en los últimos años.
La duda del suicidio
En teoría, el pintor se había suicidado y, de hecho, es la hipótesis más aceptada actualmente por la comunidad científica. Pero en 2011, Gregory White Smith y Steven Naifeh, publicaron el libro Van Gogh: la vida, donde ponían en duda la hipótesis del suicidio del artista.
Ambos autores presentaron varias pruebas que, según ellos, refutaban el suicidio: la supuesta nota de suicidio que se encontró entre las ropas del artista no era tal, sino que se trataba del borrador de una carta dirigida a su hermano Theo.
Otra prueba que sustentaba su teoría es que el artista había pedido una enorme cantidad de pinturas tan sólo dos días antes de morir, lo que no tendría mucho sentido si tenía planeado quitarse la vida.
Además consideraron que las heridas mortales que presentaba el cuerpo de Van Gogh no eran del todo coherentes con la historia oficial de su muerte. El primer disparo fue en el abdomen (no es habitual que un suicida se dispare en el abdomen).
Otro hecho que encontraron extraño es que el cuerpo agonizante fue hallado a casi un kilómetro del lugar donde recibió el primer disparo (¿puede un hombre agonizante recorrer esa distancia?).
El segundo disparo fue en el pecho, aunque no llegó a tocar órganos vitales. Y, para rematar el misterio, al parecer nunca se encontró el arma (aunque recientemente se ha subastado en París un arma que supuestamente es la pistola que acabó con la vida del artista).
Por El Informador.