La unidad del partido Morena se podría hacer trizas en los próximos meses ante la renovación de las dirigencias nacional y estatales.
La embriaguez de poder los está afectando desde que AMLO arrasó en las elecciones presidenciales, el falso puritanismo de la cuarta transformación viene acompañado de incapacidad política y falta de conocimiento y experiencia para ocupar cargos públicos, y sobre todo la ambición por los sueldos que, en algunos casos, la austeridad republicana es mera propaganda.
Si a nivel nacional el conflicto está más que cantado por la beligerancia de Alejandro Rojas Díaz Durán que, en cuanto salió la convocatoria al III Congreso Nacional Ordinario, se lanzó en contra de la actual dirigente Yeidckol Polevnsky, quien pretende reelegirse, y de Bertha Luján, secretaria general en funciones y al parecer la favorita de AMLO.
Después de mantener con candado el padrón y las nuevas afiliaciones, se van a abrir éstas, lo que augura la afiliación masiva y corporativa de los “servidores de la nación” que son empleados federales y que serán utilizados como punta de lanza para imponer la línea oficial o facciosa según sea el caso.
En el Congreso Nacional resultarán electos 200 integrantes de ese órgano y el nuevo presidente o presidenta nacional y las cabezas de más 20 secretarías.
En San Luis Potosí los congresos distritales se realizarán el 27 de octubre, y el congreso y consejo estatales el 9 de noviembre.
El peor enemigo de Morena no son los “conservadores” o los “fifís”, es la propia militancia y los cuadros de élite los que se van a dar con todo porque lo que se disputarán es el reparto de candidaturas a gobiernos estatales, alcaldías y diputaciones federales y locales.
A nivel estatal dejará su cargo Sergio Serrano Soriano, su desempeño ha sido gris, ausente del debate público, incapaz de formular una crítica al gobernador Carreras y al alcalde Nava, está más ligado al prinavismo que al “pueblo” (por usar la sobada expresión de AMLO); se confrontó con el delegado Gabino Morales y el presidente de la JUCOPO, Edson Quintanar.
La elección de la dirigencia estatal se anticipa explosiva, como posibles aspirantes se mencionan más mujeres que hombres, en su incipiente existencia el partido ha tenido solo dos dirigentes hombres, los referidos Morales y Serrano; está haciendo su luchita con recursos legales para ser considerado como militante y candidato José Antonio Lorca Valle, vinculado a Díaz Durán y por extensión al senador Ricardo Monreal.
Mientras que Morales, rehén del clan Arreola, del gobernador Carreras y del fiscal Garza, podría impulsar a Lourdes Alemán; Serrano a Marcelina Oviedo, la exoficial mayor del Congreso del Estado que fue defenestrada por creerse el cuento de la austeridad republicana.
Pueden surgir múltiples aspirantes como reflejo de la falta de cohesión y de la soterrada guerra interna que ya se libra, si la corrupción y el tribalismo propiciaron el fin del PRD, parece que Morena adoptó las mismas prácticas.
Después de las elecciones, si no es que antes, dependiendo de las campañas negras que se generen desde el interior y fuera de Morena, habría cambios: se va Gabino Morales, AMLO podría mandar a un foráneo, sobre el subdelegado Leonel Serrato, que se cree con los merecimientos de sobra para ser el nuevo “superdelegado”, como parte de la estrategia de Horacio Sánchez Unzueta para apoderarse de Morena, su otro alfil, es el senador Primo Dothé.
COPARMEX, REELECCIÓN PORFIRISTA
El sindicato patronal que preside a nivel nacional Gustavo de Hoyos Walter salió muy porfirista pese a la gran cercanía, al menos lo aparenta, que tiene con el presidente AMLO, al ampliar de cuatro a cinco periodos para ser elegible otro año más.
Cuando se trata de condenar la antidemocracia en los sindicatos, en los gobiernos, en las cámaras legislativas, la Coparmex se pinta sola, cuando se trata de ellos mismos todo es perfecto.
Esta misma confederación patronal ha tenido mucho que ver con las acerbas críticas a AMLO por su supuesta pretensión reeleccionista, no predican con el ejemplo.
Ya engolosinados con el poder, el dirigente estatal de Coparmex, Jaime Chalita también podría buscar su permanencia por un lustro, ha resultado muy funcional para los intereses de Carreras y Nava, llegó al extremo de descalificar una encuesta de la dirigencia nacional en la que el gobernador salió reprobado.
En caso de que AMLO, con un dictamen de la SEMANART, le de palo al proyecto inmobiliario del “Chato” López, o que lo reduzca de manera significativa, el mensaje ya lo mandó el Presidente de manera clara y directa en una conferencia mañanera, Chalita se perfila para ser el articulador de una intensa campaña del sector privado potosino en contra del Presidente en defensa de los intereses millonarios del fraccionador sobre el interés público y social, por lo general, a los empresarios no les importa el medio ambiente.[Javier Padrón]