En México, los congresos estatales cuestan mucho, gastan más de lo planeado e invaden funciones que no les corresponden, aseguró el Instituto Mexicano de la Competitividad (IMCO) en un boletín de prensa.
Existe una mala planeación y un manejo discrecional de sus presupuestos, sin criterios de eficiencia y transparencia; en lugar de asignar el gasto público a las verdaderas necesidades de la población, aprovechan la facultad de aprobar presupuestos para ampliarlos y destinarlos a actividades no sustantivas.
Al referirse al caso del Congreso de SLP, el IMCO señaló que ejerce un presupuesto de $308, 708, 617; y cada diputado tiene un presupuesto de $11, 433, 652 al año.
Hay estados en donde se gasta más en sus congresos que en el combate a la pobreza. En 2018, estados que destacan en rezago social como Guerrero, Michoacán y Oaxaca, asignaron 2 mil 548 millones de pesos a sus congresos y solo 757 millones de pesos para combatir la pobreza (336% más a sus labores legislativas).
Para reducir el costo de los congresos y hacer más eficiente el gasto estatal es necesario que los diputados locales lleven a cabo las siguientes acciones:
Los congresos locales pueden establecer criterios para determinar un presupuesto eficiente y transparente con base en:
El costo de un diputado de la Asamblea de Madrid es de 386 mil dólares, mientras que en el Congreso de la Ciudad de México es de 2 millones 865 dólares.
De acuerdo con el Informe Parlamentario Mundial, los parlamentos nacionales representan el 0.49% del total del presupuesto nacional. En México, los 32 congresos representan el 0.76% de los presupuestos estatales. En el caso de Morelos representa 1.83% de todo el presupuesto estatal, mientras que en Puebla es del 0.16%.
En 2018, 23 congresos locales gastaron mil 233 millones de pesos adicionales a lo presupuestado (15% más). Los congresos con mayor variación entre su presupuesto aprobado y el ejercido fueron Oaxaca (133%), Tlaxcala (31%), Tamaulipas (27%), Guerrero (22%) y Puebla (17%).
Es ilegal que los diputados otorguen ayudas sociales. No es función del poder legislativo de los Estados dar despensas, juguetes, ni ofrecer fiestas o ayudas económicas y tampoco construir obra pública. En 2018, los congresos locales le destinaron el 12% de su presupuesto a esas actividades, al margen de la ley.
Los que más gastaron en ayudas sociales como porcentaje del gasto total del congreso fueron Guerrero (45%), Veracruz (36%) y Tlaxcala (36%).
El IMCO propone que el ejercicio del gasto de los congresos se haga con parámetros claros de actuación, apegados a la legalidad, austeridad y transparencia. Contar con congresos austeros y que cumplan sus funciones legislativas requiere:
- Eliminar el gasto en ayudas sociales y enfocarse en el cumplimiento de sus verdaderas funciones.
- Aprobar presupuestos estatales que atiendan las verdaderas necesidades de la población.
- Planear mejor su presupuesto y no gastar más de lo aprobado.
- Profesionalizar el trabajo legislativo permitirá mejorar el sistema de pesos y contrapesos y fortalecer el desarrollo democrático.