Una escasez de piezas causada por una huelga del sindicato United Auto Workers obligó a General Motors a cerrar sus fábricas de camionetas y transmisiones en Silao, México.
El portavoz de General Motors, Dan Flores, confirmó que la producción en las plantas fue suspendida hoy por la mañana, que afectó a 6 mil trabajadores.
En un comunicado, la automotriz anunció que aprovechará este paro para dar mantenimiento a las instalaciones y equipos, y precisó que los complejos ubicados en Ramos Arizpe, San Luis Potosí y Toluca permanecen operando de manera regular.
“En GM de México nos mantenemos a la expectativa de las negociaciones entre General Motors Company y el sindicato UAW (United Automobile Workers) en Estados Unidos para evaluar el día a día de nuestras operaciones, esperamos que el complejo Silao pueda restablecer labores en los siguientes días”, señaló.
El cierre de plantas significa que General Motors ha perdido los nuevos suministros de su camioneta ligera Chevrolet Silverado, el vehículo de más ventas de la compañía en Estados Unidos.
Anteriormente, General Motors tuvo que cerrar una planta de motores en México y otra de ensamblaje en Canadá.
La huelga de más de 49 mil trabajadores sindicalizados está ahora en su tercera semana y ambas partes están sintiendo los efectos.
Los trabajadores en Estados Unidos están teniendo que sobrevivir con 250 dólares por semana en paga de huelga, en lugar de su salario básico normal de unos mil 200 dólares semanales.
Por Milenio.