El rescate financiero a Petróleos Mexicanos contempla la inyección de 456 mil millones de pesos de recursos públicos, entre 2019 y 2022. Este monto equivale a cinco años del presupuesto de pensiones para adultos, según estimaciones del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).
La administración que encabeza Andrés Manuel López Obrador tiene una “oportunidad de oro” para que esta inversión se traduzca en una mayor rentabilidad, de acuerdo con un diagnóstico realizado por el IMCO.
Lograrlo implica que “se separen los objetivos políticos de las necesidades estratégicas del negocio de la empresa”, así como de una “corresponsabilidad y compromisos por parte de Petróleos Mexicanos”, sostuvo Alexandra Zapata, directora general adjunta del IMCO en entrevista.
“Hoy Pemex está en quiebra técnica, y corremos un riesgo enorme de que se pueda convertir en el emisor corporativo de bonos basura, o sin grado de inversión, más grande del planeta, pero obviamente no queremos eso”.
¿Qué ajustes se requieren?
Durante la entrevista, Alexandra Zapata enlistó una serie de ajustes que requiere la petrolera para que la inversión pública sea productiva:
- Reformar su gobierno corporativo;
- Que su Consejo de Administración cuente con perfiles profesionales, independientes y sin conflictos de interés;
- No invertir en empresas que no son rentables;
- Que implemente un verdadero programa de austeridad;
- No seguir incurriendo en un mayor endeudamiento;
- Reactivar la participación en la inversión privada en exploración y producción de hidrocarburos;
- Focalizar inversión en actividades que sean realmente rentables para la empresa.
“Sí vale la pena si este rescate se plantea distinto al pasado, porque antes entregábamos recursos a un barril sin fondo. Este rescate a Pemex tiene que ser distinto, y para que sea distinto no puede ser nada más una entrega económica, tiene que ser una inyección de capital acompañada de corresponsabilidad por parte de Pemex”.
Necesario alinear los intereses del Sindicato Petrolero
Para el IMCO, uno de los principales obstáculos para el rescate financiero de Pemex es que “los incentivos del Sindicato no necesariamente están alineados con la rentabilidad de la empresa”.
Revertir esta situación requiere un cambio estructural que eleve la productividad de la petrolera, ya que si se compara la productividad de Pemex con otras empresas petroleras del mundo y “las diferencias son abismales”, afirmó Zapata.
“El sindicato sabe que se le van a hacer inyecciones de recursos provenientes de los impuestos de los mexicanos, como se ha hecho en el pasado, y que nadie les va a exigir un cambio profundo”.
Consciente del costo político que esto implicaría, el IMCO considera que, en este momento, el presidente López Obrador cuenta con el capital político para lograrlo, y que, al haber implementado medidas de austeridad en el gobierno federal, “puede voltear y pedir esa misma austeridad a Pemex, ya que en el pasado eso no había sucedido”.
Finalmente, Zapata hizo un llamado a las autoridades federales para que “esta inyección de recursos que hacemos todos los mexicanos, porque son recursos de todos nuestros impuestos, esté acompañada de corresponsabilidad por parte de Pemex, para que veamos estos cambios de fondo que se requieren para transformar la empresa”.
Por Aristegui Noticias.