La Federación Internacional de Judo (IJF) confirmó este martes la suspensión de la Federación Iraní, amenazada también con quedar fuera de los Juegos Olímpicos de Tokio, por negarse a competir con judocas israelíes.
Suspendida a título provisional el 18 de septiembre por la IJF, Irán vio confirmada su sanción hasta nueva orden por la autoridad del judo mundial por obligar a uno de sus miembros a perder y evitar así un enfrentamiento con un judoca israelí en los Mundiales de Tokio.
El pasado agosto, Saeid Mollaei, en ese momento vigente campeón del mundo en la categoría de -81 kg, cayó en semifinales y luego en su combate por la tercera plaza para quedar finalmente en quinto lugar. El judoca de 27 años explicó que sufrió presiones de las autoridades iraníes en ese sentido, para no combatir contra un israelí en la final, en este caso Sagi Muki, quien acabó colgándose el oro.
La IJF estimó en su decisión final, hecha pública este martes, que las presiones de su federación al judoca iraní constituían una violación de sus reglas en relación “al respeto del espíritu olímpico (…), del principio de neutralidad política y de universalidad”, así como una manipulación del resultado de una competición.
En consecuencia, la comisión disciplinaria acordó una suspensión a Irán “de todas las competiciones organizadas por la IJF hasta que (el país) ofrezca garantías de su respeto a los estatutos de la IJF y que sus miembros acepten combatir contra israelíes”.
Se trata de un duro golpe para Irán a nueve meses de los Juegos Olímpicos de Tokio, en los que el judo constituía uno de sus puntos fuertes. Esta decisión puede ser reclamada por el país ante el Tribunal Arbitral del Deporte (TAS) en un plazo de 21 días.