La masacre de varios miembros de la familia LeBarón ha sacudido al país y se intensificaron las presiones de medios y opositores hacia el presidente AMLO.
La estrategia de seguridad se ha caricaturizado (en el fuchi y el guácala) para resaltar que no parece tener una y no sale aún de la crisis por el “culiacanazo” cuando la situación tiende a complicarse.
La inseguridad se ha vuelto el flanco más débil del gobierno morenista, el discurso presidencial pacifista no es convincente, es recibido con desconfianza y no se vacila en considerar que al crimen organizado se le debe combatir con la misma moneda, a sangre y fuego, tal como lo hizo Calderón con resultados funestos, la oposición desea el regreso de esa guerra.
Los panistas potosinos están muy enardecidos por el caso LeBarón, y de la triple ejecución ocurrida en un domicilio soledense reportada esta mañana, ni una sola palabra.
En San Luis Potosí las ejecuciones son noticia cotidiana, se han “normalizado” y no parecen causar preocupación en los tres niveles de gobierno.
Ya vino una vez el secretario de seguridad federal, Alfonso Durazo, inauguró junto con el gobernador Carreras las sedes de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado y del Centro de Coordinación, Control, Comando, Comunicación, Cómputo e Inteligencia (C5i2).
No hubo declaraciones relevantes ni compromisos del funcionario que lleva varias semanas en el ojo del huracán.
PROPAGANDA NARCA
Hace dos meses fueron colocadas lonas de vinil en tres lugares de la capital potosina, la avenida Muñoz, Salvador Nava y el Periférico Sur, con el mismo contenido: la llegada del Cartel Jalisco Nueva Generación con una declaración de guerra a los cárteles del Golfo, Zetas y Noroeste.
Este martes 5 en Tamuín se amanecieron con dos lonas del CJNG, con el mismo mensaje de su arribo en un tono redentor e invitando a sumarse a su “guerra” contra los otros cárteles; algunos medios vallenses dieron la noticia y las autoridades guardaron silencio como es común en estos casos.
La presencia del CJNG, considerado el más violento y expansivo en el país y el extranjero (https://bit.ly/2oPjJsE), no es ninguna novedad en San Luis Potosí.
A mediados de este año, el propio Jaime Pineda, secretario estatal de seguridad, reconoció a los medios que en la entidad operan tres cárteles: el del Golfo (en la Huasteca), el del cártel del Noroeste (en las zonas Centro y Altiplano) y el CJNG (Centro y Media, ahora también en la Huasteca).
La presencia de esos tres cárteles le permitió entonces a Pineda explicar la causa de los niveles de violencia de alto impacto en la entidad, pero ante este escenario de confrontación en curso con el arribo del CJNG, ¿cuál sería la estrategia de AMLO y Carreras? [Javier Padrón]