Donald Trump se ha declarado dispuesto a defenderse ante el Senado de Estados Unidos de las acusaciones de presionar al gobierno ucraniano a cambio de información sobre su rival político y ex vicepresidente Joe Biden.
“Quiero que me hagan un juicio político en el Senado”, dijo el presidente de Estados Unidos, después de conocerse que la Casa Blanca estaría abierta a discutir este caso en la cámara alta, donde los republicanos gozan de mayoría. Sería recibido en un ambiente mucho menos hostil que en la Cámara de Representantes, donde actualmente avanzan los preparativos de este impeachment.
El subsecretario de prensa de la Casa Blanca, Hogan Gidley, aseguró horas antes de que “el presidente quiere un juicio ante el Senado para traer testigos como los Biden y para terminar con este proceso falso e ilegítimo que se ha abierto contra él”.
Tras estos comentarios desde su administración, Trump concedió una entrevista a Fox News. Allí procedió a defenderse de las múltiples acusaciones vertidas a lo largo de esta semana por los testigos que ha citado el Comité de Inteligencia de la cámara baja del Congreso de Estados Unidos en relación al escándalo ucraniano.
En estas comparecencias, altos responsables como el embajador ante la Unión Europea, Gordon Sondland, o la ex embajadora en Ucrania Marie Yovanovitch, han responsabilizado al presidente de emplear a su abogado, Rudy Giuliani, como punta de lanza de la operación. El objetivo habría sido sacar a las autoridades ucranianas información sobre los negocios del hijo de Biden, Hunter, como participante en la junta de accionistas de la empresa ucraniana Burisma.
Durante la entrevista, Trump denigró a la ex embajadora y aplaudió a su abogado, al que ha descrito como “uno de los mayores luchadores contra el crimen de todos los tiempos”. Además, reiteró que su único interés en Ucrania es luchar contra la corrupción en el país.
“Rudy tiene credenciales de sobra cuando de trata de negociar con un país corrupto”, añadió Trump, tras decir que “Yovanovitch no es ningún ángel” y lamentar que sus aliados del Partido Republicano se mostraran “amables” con la ex embajadora durante su comparecencia ante el Congeso.
“Pregunté y me dijeron que había que tratarla bien porque era una mujer”, añadió el presidente, quien describió al líder demócrata en el Comité, Adam Schiff, como un “cachorrito enfermo” y “enfermo” a secas. De la presidenta demócrata de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, dijo que estaba “más loca que una chinche”.
Por Infobae