Fue el 15 de abril pasado cuando Genaro García Luna estuvo en San Luis Potosí, “para visitar a un amigo y la estaba pasando muy bien”, respondió a varios reporteros que lo abordaron en una mesa del concurrido restaurante Posada del Virrey.
Se negó a emitir más declaraciones, se trasladó al estacionamiento subterráneo de Fundadores, lo acompañaba su chofer, y se esfumó en una camioneta; más tarde algunos tuiteros difundieron fotografías donde el exjefe policiaco aparecía en un restaurante de postín en la zona de las Lomas.
En lugar de mantener un bajo perfil, su intención fue la de dejarse ver en la capital potosina, mostrarse como una figura pública respetable y sin ningún problema con la ley, ¿quién fue ese amigo al que vino a visitar? La respuesta es muy obvia.
La detención del exsecretario de Seguridad Pública Federal en Estados Unidos por su colusión con el cártel de Sinaloa, cayó como una bomba en el terreno de la oposición.
El más agobiado es Felipe Calderón, se confirma que su discurso del combate frontal al narcotráfico resultó una farsa, no así la cifra de más de 200 mil muertos en su sexenio.
De los presuntos delitos cometidos por García Luna, tráfico de cocaína, falso testimonio, protección a las operaciones de Joaquín “El Chapo” Guzmán, será muy difícil que Calderón se pueda deslindar.
Las acusaciones no son nuevas, de acuerdo a la revista Proceso datan de hace siete años, y en el juicio en Nueva York en contra de “El Chapo”, volvieron a relucir y finalmente fue arrestado en Texas; otros narcotraficantes que lo denunciaron por corrupción es la “Barbie” y los Beltrán Leyva.
Los opositores que ponían de ejemplo al gobierno calderonista en el combate al narcotráfico frente a los abrazos que propone la 4T para pacificar el país, tuvieron un “martes negro”, el héroe de la “guerra contra el narcotráfico” está tras las rejas.
La mañanera de mañana en el Palacio Nacional, tendrá una audiencia inusitada por las posturas que vaya a asumir el Presidente AMLO y los mensajes que le mandará a Calderón, quien no tardó en pintar su raya. [Javier Padrón]